Ocho meses después de que el presidente Joe Biden oficiara como anfitrión en la Cumbre de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica en Washington, la Casa Blanca ha anunciado que se ha creado un fondo de 1.000 millones de dólares con contribuciones privadas (inversores ángeles y capital riesgo) y públicas de 11 países de la región para invertir en startups, empresas digitales o tecnológicas de nueva creación, de América Latina y el Caribe hasta 2030.
Se añade así un capital indispensable para el objetivo de dar empuje a la competitividad y movilizar inversiones para crear un crecimiento inclusivo y reforzar cadenas de proveedores entre el empresariado emergente de la zona. Este importante compromiso de inversión tiene el potencial de cambiar positivamente la escena de la comunidad emprendedora en la región y se completa con ayudas a la mentoría y apoyo a nivel consultivo a los empresarios en el programa del Acelerador de la Alianza de las Américas. El Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, hizo hincapié en que el país tiene el compromiso de apoyar los esfuerzos para crear capacidad empresarial, y animar a la inversión.
Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay son los otros países que participan en esta iniciativa. El Innovation Hub de Uruguay se perfila como uno de los motores de este crecimiento que se espera para el movimiento empresarial. También tendrá el apoyo de la organización Endeavor Miami que trabaja con empresarios para ampliar y hacer crecer sus iniciativas, y aquí ayudará a identificar las mejores empresas en las que invertir.
En Estados Unidos se conoce bien el empuje del empresariado latino, ya que este es uno de los más activos en creación de empresas y también más innovadores. Según el informe de la Iniciativa Latina de la Universidad de Stanford, las empresas creadas por esta comunidad generan más de 800 millones de dólares en ingresos anuales y tienen una base de consumidores en crecimiento, a pesar de que sigue faltando la financiación por parte del capital riesgo y la banca.
Precisamente, este nuevo compromiso de inversión llega en un momento importante a una comunidad empresarial en América Latina en la que hay potencial de innovación y crecimiento, pero no siempre cuenta con el crítico apoyo del capital. Entre el 2020 y el 2022 se vivieron los mejores momentos para ser un emprendedor joven con una idea para un negocio digital. La autoridad monetaria en Estados Unidos inyectó siete billones de dólares al sistema financiero para contener el impacto económico de la pandemia y las tasas de interés estaban en cero, lo que generó en los mercados una sensación de invencibilidad. Hubo cientos de negocios que recabaron grandes cantidades de recursos de Wall Street.
Pero todo lo que sube debe bajar. Semejante inyección de capital por parte de la Reserva Federal estadounidense generó alta inflación y la Reserva Federal lleva ya dos años revirtiendo el curso para controlar el alza de los precios, principalmente subiendo y manteniendo altas las tasas de interés. Aunque se espera que estas tasas comiencen a bajar a partir del tercer trimestre, una desaceleración en la economía estadounidense en el último mes, ha vuelto a encender las alarmas de los mercados globales.