La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado la emergencia de salud pública de interés internacional (ESPII) por un brote de una cepa más letal de mpox –el virus responsable de la viruela del mono– que se extiende por varios países de África y tiene el «potencial de propagarse a otros países de África y posiblemente fuera del continente», algo que, de hecho, ya ha ocurrido porque se ha detectado en Suecia el primer caso de esta variante en Europa. Te explicamos en qué consiste esta enfermedad, sus síntomas, cómo se transmite, y su prevención y tratamiento.
La viruela del mono es una zoonosis viral, es decir, un virus (Monkeypox) transmitido a los humanos por los animales. Los afectados muestran síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela, una enfermedad infecciosa ya erradicada muy contagiosa y con una alta tasa de mortalidad (30%) que se caracterizaba por cubrir de erupciones la piel de los afectados, que se convertían en costras y, tras caer, en cicatrices. Sin embargo, hay que aclarar que clínicamente la viruela del mono es menos grave, con un cuadro clínico que suele incluir fiebre, sarpullidos e inflamación de los ganglios linfáticos.
La viruela del mono era una enfermedad rara y poco frecuente, y solía ocurrir en África central y occidental, por lo general en las cercanías de las selvas tropicales, particularmente en la República Democrática del Congo, donde se considera endémica. En cualquier caso, tras la erradicación de la viruela en 1980 y el consiguiente cese de la vacunación contra la viruela, el Monkeypox se ha convertido en el ortopoxvirus (familia Poxviridae) más importante. Su nombre se debe a que fue encontrado y aislado por primera vez, en 1958, en simios usados en investigaciones de laboratorio por el virólogo danés Preben von Magnus. A pesar de su denominación, posteriormente se ha detectado el virus en roedores –su reservorio más probable– como ardillas africanas (ardillas de cuerda o de árbol), conejos, lirones, ratas y ratones. Aunque también se da la transmisión de humano a humano.
Se puede hablar de dos clados (grupos genéticos) distintos del virus de la viruela del simio: África central (cuenca del Congo) y África occidental, siendo el primero más virulento y transmisible, y el segundo el que se asocia con una enfermedad más leve, con una transmisión de persona a persona más limitada y una menor mortalidad.
El primer caso humano de viruela del simio se registró en 1970, en un niño, en la República Democrática del Congo, y el primero fuera de las fronteras africanas se identificó en EE.UU. en el año 2003, en un brote en el que la mayoría de los pacientes habían tenido contacto cercano con perros de las praderas que estaban infectados por roedores africanos que habían sido importados desde Ghana. Aunque los casos en humanos aparecen de forma esporádica, cuando lo hacen suelen causar brotes epidémicos, como el actual del que alertaron las autoridades sanitarias de Reino Unido en un viajero procedente de Nigeria el 4 de mayo que, aunque en un primer momento parecía bien identificado y controlado, posteriormente ha dado lugar a otro goteo de casos, que han acabado llegando a casi todas la partes del mundo.