22 de abril de 2025 | Estilo de vida | Alimentación saludable
Si alguna vez has salido del supermercado con la cartera más liviana y el carrito lleno, solo para descubrir a los pocos días que tu espinaca se marchitó o que las fresas ya tienen moho, no estás solo. Aunque ningún alimento es eterno, una buena estrategia de almacenamiento puede ayudarte a prolongar la frescura de tus frutas y vegetales y, de paso, ahorrarte visitas innecesarias a la tienda.
Aquí te compartimos consejos respaldados por agricultores y expertos en ciencia de los alimentos para que tus productos frescos duren más en casa:
🛒 Compra con inteligencia
El primer paso para que tus productos duren más comienza en el supermercado. Elige frutas y verduras sin magulladuras, manchas oscuras ni señales de marchitamiento, recomienda la dietista y científica Joy Dubost. Si puedes, opta por productos nacionales o locales: tienen menos tiempo desde la cosecha y duran más.
🌬️ Ventilación y etileno: lo que necesitas saber
Algunas frutas como bananos, manzanas y tomates liberan gas etileno, que acelera la maduración. Por eso:
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No guardes frutas productoras de etileno junto a verduras sensibles como lechugas, zanahorias o pepinos.
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Separa los bananos y manzanas en distintos recipientes.
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Prefiere bolsas transpirables (como de papel o malla) en lugar de plásticas herméticas.
🧊 ¿Frío o temperatura ambiente? Depende del producto
Cada fruta o vegetal tiene sus preferencias. Aquí un desglose práctico:
🍊 Cítricos
Se conservan una semana a temperatura ambiente. Luego, refrigéralos. Pueden durar hasta 3-4 semanas en la nevera.
🍎 Manzanas
Mejor en la nevera dentro de una bolsa cerrada. Así evitas que aceleren la maduración de otros alimentos.
🍑 Peras y duraznos
Déjalos madurar a temperatura ambiente. Una vez listos, refrigéralos lejos de verduras sensibles al etileno.
🍓 Frutas del bosque (fresas, moras, etc.)
No las laves hasta consumirlas. Guárdalas en la nevera con una servilleta debajo para absorber la humedad.
🍌 Bananos
Manténlos fuera del sol y separados de otras frutas. Envolver los tallos con plástico retrasa su maduración.
🥬 Hojas verdes (lechuga, espinaca, etc.)
Guárdalas en la nevera en un recipiente ventilado con papel toalla para controlar la humedad. No las laves hasta consumirlas.
🥔 Papas, cebollas y ajo
Guárdalos en un lugar fresco, seco y oscuro. No van en la nevera: el frío altera su sabor y textura.
🍅 Tomates
Mejor en el mostrador. En la nevera pierden sabor y se vuelven harinosos. Consúmelos rápido.
🎃 Calabazas y zapallos
Almacénalos como las papas. Zucchinis y pepinos sí van al refrigerador.
🥦 Brócoli, coliflor y repollo
Guárdalos enteros en el refrigerador sin bolsa. Si están cortados, usa recipiente hermético. Alejados de frutas con etileno.
🥑 Aguacates
Verdes: guárdalos en una bolsa de papel a temperatura ambiente. Maduros: refrigéralos.
🧊 ¿Pasado su punto? ¡Aún hay formas de usarlos!
Si ya se están poniendo feos:
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Frutas muy maduras (bananos, fresas): congélalas para smoothies o postres.
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Tomates y zanahorias: haz una salsa o sopa.
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Cítricos: exprímelos para jugo.
“Tirar comida que todavía podría disfrutarse es frustrante. La clave está en el almacenamiento correcto”, dice Michael Robinov, cofundador de Farm to People.
Almacenar bien es cuidar tu dinero, tu salud y el planeta. Solo necesitas un poco de planificación… ¡y algunas servilletas de papel! 🥬🍋🍓