El Banco de Semillas de Nigua juega un papel crucial en la reforestación y conservación de los ecosistemas forestales en la República Dominicana. Inaugurado en 2011, su misión principal es recolectar, procesar y almacenar semillas endémicas y nativas que se utilizan para la producción de plántulas destinadas al Plan Nacional de Reforestación y Restauración de Ecosistemas Forestales.
El proceso comienza con un equipo de alrededor de 50 recolectores que recorren todo el país para recoger semillas de diversas especies. La recolección se realiza en áreas protegidas y bosques naturales, con un enfoque en especies endémicas y nativas. La recolección se planifica de acuerdo con un calendario de floración que, debido al cambio climático, ha sufrido alteraciones, lo que ha afectado el tiempo de maduración de algunas especies.
Una vez recolectadas, las semillas se transportan al banco, donde se lleva a cabo un meticuloso proceso de procesamiento y análisis. Esto incluye la maceración de frutos, la limpieza de las semillas y su posterior análisis en laboratorio para asegurar su viabilidad. Además, se verifica el contenido de humedad y la pureza de las semillas mediante tecnologías como hidrómetros y rayos X.
El banco actualmente maneja unas 60 especies de semillas, que incluyen especies clave como la caoba, el cedro, la ceiba, y el pino criollo. En un año pico de recolección, el banco ha llegado a manejar hasta 120,000 kilos de frutos, de los cuales se extraen miles de kilos de semillas.
Además de abastecer los viveros del Ministerio de Medio Ambiente, que producen millones de plántulas anualmente, el banco también dona semillas a fundaciones y empresas que organizan jornadas de reforestación. El Plan Nacional de Reforestación tiene metas claras, con la meta de reforestar 320,000 tareas (equivalentes a 20 millones de plántulas) para junio de 2023, y se prepara para una nueva etapa aún más ambiciosa de reforestación a partir de agosto de 2025.
El banco también está implementando nuevas prácticas sostenibles, como el uso de bolsas biodegradables para las plántulas, contribuyendo así a la reducción del uso de plásticos. Con la ayuda de tecnologías de georreferenciación, se asegura que cada planta sea sembrada en la ubicación adecuada, garantizando un seguimiento adecuado y el éxito de las siembras.
Este trabajo conjunto de recolección, procesamiento y reforestación refleja el compromiso de la República Dominicana con la conservación de su biodiversidad y la restauración de sus ecosistemas forestales.