Ante el aumento de operativos migratorios en República Dominicana, el Gobierno de Haití puso en marcha un programa de retorno voluntario para asistir a sus nacionales, ofreciendo una vía segura y digna para su regreso al país.
La iniciativa, lanzada oficialmente este viernes a través de la Embajada y los consulados haitianos en territorio dominicano, busca atender a aquellos ciudadanos que, en medio de su expulsión, no pudieron recuperar pertenencias, fueron separados de sus familias o carecen de los medios para costear su retorno.
La primera operación del programa comenzó en la región Este, con la salida de autobuses desde Friusa/Bávaro, coordinada por el Cónsul haitiano en Higüey, Dr. Wencesclass Lambert. Los beneficiarios fueron trasladados hacia los pasos fronterizos de Pedernales y Dajabón, para cruzar hacia Anse-à-Pitre y Ouanaminthe, respectivamente.
“El programa asegura un transporte digno y seguro para quienes realizan estos largos viajes”, destacó Lambert, quien también agradeció el apoyo logístico del Comando Militar regional.
En el norte del país, el Consulado de Haití en Dajabón reportó la recepción organizada de 732 retornados, provenientes de los campos agrícolas y otras comunidades rurales.
El plan de retorno cuenta con el respaldo de organizaciones de la sociedad civil como Fundación Zile, MOSCTHA y MONDHA, además del apoyo de líderes comunitarios evangélicos. Estas entidades colaboran con recursos y asistencia humanitaria, facilitando la inscripción de los interesados mediante líneas telefónicas y redes comunitarias.
Con la meta inicial de repatriar a 100,000 personas, el programa responde también al llamado del presidente dominicano Luis Abinader, quien ha instado a los inmigrantes haitianos indocumentados a abandonar voluntariamente el país, y a las preocupaciones expresadas por el canciller haitiano Harvel Jean-Baptiste en conversaciones diplomáticas recientes.
El Gobierno de Haití reafirma su compromiso de velar por los derechos de sus ciudadanos en el extranjero y considera esta estrategia de retorno voluntario como un primer paso para enfrentar de manera humanitaria la crisis migratoria en la región.