Nueva Delhi/Islamabad. – Al menos 11 civiles murieron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles a raíz de bombardeos cruzados entre India y Pakistán, en una nueva escalada de violencia en la disputada región de Cachemira. Las hostilidades se intensifican tras un atentado ocurrido el pasado 22 de abril que dejó 26 muertos en la zona administrada por India.
Las autoridades indias responsabilizaron a Pakistán del ataque, señalando a miembros del grupo yihadista Lashkar-e-Taiba, con base en territorio pakistaní. Islamabad ha rechazado las acusaciones.
En respuesta, el ejército indio informó haber atacado lo que denominó “infraestructuras terroristas” en territorio pakistaní, sin apuntar contra instalaciones militares. Sin embargo, el portavoz del ejército pakistaní, el teniente general Ahmed Chaudhry, denunció que los bombardeos indios mataron a ocho civiles, incluidos niños, y dejaron más de 30 heridos.
El ejército indio también reportó la muerte de tres civiles por fuego de artillería proveniente de Pakistán, además de ataques en sectores cercanos a la Línea de Control (LoC), la frontera de facto entre ambos países.
Tensión internacional y advertencias de una guerra mayor
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, instó a ambas partes a evitar una mayor escalada. La ONU, por su parte, pidió “máxima moderación”, advirtiendo que el mundo “no puede permitirse una confrontación militar” entre dos potencias nucleares.
La situación ha escalado al punto de que Islamabad convocó una reunión urgente de su Comité de Seguridad Nacional. El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, advirtió que su país se reserva el derecho a una “respuesta decisiva” ante lo que calificó como un ataque “no provocado”.
India, bajo el liderazgo del primer ministro Narendra Modi, sostuvo que sus acciones han sido “moderadas” y “dirigidas”, y acusó a Pakistán de permitir el uso de su territorio por grupos terroristas.
Amenaza de guerra del agua
La tensión también se extiende al ámbito hídrico. Nueva Delhi ha amenazado con cortar el flujo de ríos que nacen en India y abastecen a Pakistán, suspendiendo su participación en el tratado del agua de 1960 que regula el uso compartido del río Indo y sus afluentes. Pakistán denunció una reducción anormal del caudal del río Chenab.
Un conflicto con riesgos globales
La violencia en Cachemira, región de mayoría musulmana y foco histórico del conflicto entre India y Pakistán desde su independencia en 1947, amenaza con convertirse en una crisis de gran escala. Ambas naciones han librado ya tres guerras, dos de ellas por el control de esta región montañosa.
Expertos advierten que un conflicto abierto entre estas dos potencias nucleares sería catastrófico no solo para el sur de Asia, sino para la estabilidad mundial.