Kansas City.– El propietario de los Boston Red Sox, John Henry, realizó un inusual viaje para reunirse con el estelar jugador Rafael Devers, en medio de la creciente controversia por los recientes cambios sugeridos en su rol dentro del equipo.
Acompañado por el director de béisbol, Craig Breslow, y el presidente del club, Sam Kennedy, Henry voló a Kansas City el viernes para abordar la molestia de Devers, quien expresó públicamente su desacuerdo con la posibilidad de ser trasladado a la primera base tras la lesión de Triston Casas.
Devers, quien firmó un contrato de 10 años y 313,5 millones de dólares en enero de 2023, fue tajante:
“Me dijeron que iba a jugar como bateador designado, y ahora se están retractando. No creo que hayan cumplido su palabra”.
El tres veces All-Star también criticó directamente a Breslow, afirmando: “No entiendo algunas de las decisiones que toma el gerente general”.
Durante la reunión, que contó además con la participación del mánager Alex Cora, se buscó aclarar las prioridades de la organización y la necesidad de adaptación en medio de los desafíos de la temporada.
“Creo que lo más importante es que estamos tratando de lograr algo grande. Las situaciones cambian y hay que adaptarse”, expresó Cora.
Devers, de 28 años, se mantiene como pieza clave en la alineación de los Red Sox, bateando .255/.379/.455 con seis jonrones, 25 carreras impulsadas y 29 bases por bolas, liderando la Liga Americana en esta última categoría.
Mientras tanto, el equipo ha improvisado en la primera base con Romy González y Abraham Toro, tratando de superar un inicio de campaña con récord de 20-19.
La reunión, calificada por Breslow como “una conversación honesta sobre lo que valoramos como organización”, busca poner fin a las tensiones que surgieron desde los entrenamientos de primavera.