Washington – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comienza hoy su primera gira internacional a Oriente Medio, con paradas programadas en Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos. Este viaje, que durará cuatro días, tiene como eje central las inversiones comerciales, en un momento clave para la región.
Trump comenzará su recorrido en Riad, donde inaugurará un foro de inversiones entre Arabia Saudí y Estados Unidos, antes de participar en una cena de Estado organizada por la familia real saudí. Durante la cena, el presidente estadounidense se reunirá con el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, líder del reino petrolero.
La gira se produce en un contexto de alta tensión geopolítica, con desafíos críticos en la región, como las negociaciones nucleares con Irán, el libre tránsito de mercancías en el Mar Rojo y los esfuerzos por encontrar una solución al conflicto entre Israel y Palestina, así como la situación en Siria tras el colapso del régimen de Bashar al-Assad.
A pesar de estos temas urgentes, Trump parece estar enfocado principalmente en promover acuerdos comerciales e inversiones en los países del Golfo. Esta agenda ha generado algunas críticas y especulaciones en Estados Unidos, ya que el viaje se produce apenas unas semanas después de que los hijos del presidente, Eric Trump y Donald Trump Jr., visitaran la región para promover proyectos de inversión en inmobiliarias y criptomonedas.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, descalificó las críticas que sugerían que Trump podría estar utilizando su posición para beneficiar sus negocios familiares, calificándolas de “ridículas”. Además, enfatizó que existe una separación clara entre los intereses comerciales de la familia Trump y sus responsabilidades como mandatario.
Fuentes cercanas al Gobierno indicaron que, durante este viaje, Catar podría regalar a Trump un Boeing 747-800 de lujo, que se utilizaría como parte de su flota presidencial, Air Force One, y como futura propiedad de la fundación presidencial de Trump.