Santo Domingo. – La República Dominicana explora con firmeza nuevas fronteras en la innovación agroalimentaria al apostar por la tecnología nuclear como herramienta clave para mejorar la sanidad vegetal y reducir pérdidas económicas causadas por plagas, enfermedades y devoluciones en mercados internacionales.
Durante el panel “Impacto de la tecnología nuclear en República Dominicana”, celebrado en el marco del simposio “Aplicaciones de la tecnología nuclear en República Dominicana: avances y resultados”, el encargado de la División de Fitopatología del Ministerio de Agricultura, Juan Clase Salas, explicó cómo la irradiación de frutas representa una alternativa eficaz al tratamiento tradicional, alargando la vida útil de los productos agrícolas sin comprometer su calidad.
Irradiación: clave para evitar pudrición y plagas
“Tenemos serios problemas con la pudrición de corona del banano y con el ataque de moscas al mango, lo que genera importantes devoluciones de cargamentos exportados. Con la irradiación de frutos, no solo prolongamos su vida verde, sino que podemos exportarlos sin el riesgo de rechazo en destino”, explicó Clase Salas.
El experto señaló que el actual tratamiento hidrotérmico aplicado al mango compromete la calidad organoléptica del fruto, afectando su sabor, textura y apariencia. “Con la irradiación podemos esterilizar sin alterar el producto”, añadió.
Tecnología segura y regulada
Clase Salas subrayó que esta tecnología debe aplicarse bajo estrictos estándares de bioseguridad, respetando las normativas internacionales. Aseguró que la dosimetría en los procesos de irradiación está tan avanzada que es “prácticamente imposible que ocurra contaminación nuclear” en los productos tratados.
“La energía nuclear tiene un enorme potencial en materia de cuarentena, pero debe utilizarse con responsabilidad y conocimiento técnico”, puntualizó.
Retos: romper mitos y aumentar inversión
Uno de los principales desafíos para implementar esta tecnología, según el funcionario, es superar el prejuicio social que asocia la palabra “nuclear” con peligrosidad.
“Existe una percepción errónea, incluso entre algunos tomadores de decisiones, que impide avanzar en estas tecnologías. Pero la energía nuclear en agricultura no es peligrosa. Es precisa, eficiente y genera grandes ahorros económicos”, argumentó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades a destinar mayores recursos a la investigación nuclear aplicada al agro, con el objetivo de que el país pueda dar un salto cualitativo y posicionarse como referente regional en tecnologías nucleares aplicadas a la seguridad alimentaria.