Nueva York.– En las últimas 24 horas, una intensa tormenta azotó los estados de Nueva York y Nueva Jersey, generando un caos generalizado, severas inundaciones y múltiples afectaciones a la infraestructura urbana y el transporte público.
En Nueva Jersey, se registraron precipitaciones de hasta 200 milímetros en apenas una hora, cifra que superó ampliamente la capacidad de los sistemas de drenaje y del suelo para absorber el agua. Como resultado, calles, avenidas y autopistas quedaron anegadas, cientos de vehículos quedaron atrapados bajo el agua, y se reportaron daños considerables en viviendas, negocios y edificios públicos.
La situación fue igualmente crítica en la ciudad de Nueva York, donde el sistema de transporte subterráneo colapsódebido a inundaciones en estaciones y túneles. El servicio de trenes fue suspendido en múltiples líneas, dejando a miles de usuarios varados. Además, la aerolínea Delta canceló todos sus vuelos con destino a los aeropuertos de la ciudad, provocando demoras masivas y afectaciones a los itinerarios de miles de pasajeros.
El sistema de alcantarillado de la ciudad, diseñado para manejar entre 30 y 50 mm de lluvia por hora, colapsó al recibir entre 50 y 80 mm en menos de 60 minutos, lo que desbordó su capacidad y agravó el impacto de las lluvias sobre zonas residenciales y comerciales.
Las autoridades locales se mantienen en alerta ante la posibilidad de nuevas lluvias intensas en las próximas horas, y han instado a la ciudadanía a evitar desplazamientos innecesarios, mantenerse informada a través de canales oficiales y estar preparados ante la posibilidad de evacuaciones preventivas.
Expertos en clima advierten que este tipo de eventos meteorológicos extremos —con lluvias intensas concentradas en lapsos breves— son cada vez más frecuentes debido al cambio climático, lo que exige una revisión urgente de las infraestructuras urbanas para enfrentar con mayor eficacia futuros fenómenos similares.