Seúl, Corea del Sur.– Corea del Sur enfrenta una de sus peores crisis climáticas de los últimos años tras las intensas lluvias monzónicas que han dejado más de una docena de muertos y graves daños materiales en varias regiones del país. Las autoridades advierten que la situación sigue siendo crítica, con inundaciones severas, deslizamientos de tierra y comunidades aisladas por el colapso de infraestructuras.
De acuerdo con el Ministerio del Interior y Seguridad, en algunas zonas se han registrado precipitaciones que superan los 400 milímetros en solo 24 horas, una cifra extremadamente alta incluso para esta temporada. En Sancheon, una de las localidades más afectadas, se acumularon hasta 800 milímetros de lluvia, equivalente a más del 40 % de su promedio anual.
En Seosan, otra ciudad seriamente impactada, se reportaron 558 milímetros en solo tres días, con un pico alarmante de 115 milímetros en una hora, lo que provocó el colapso de sistemas de drenaje, cortes eléctricos y la evacuación de cientos de residentes.
Respuesta de emergencia y llamado a la población
Las autoridades surcoreanas han desplegado unidades de rescate, bomberos y personal militar para asistir a las comunidades afectadas. Continúan las labores de búsqueda de personas desaparecidas, mientras se evalúan los daños y se restauran los servicios básicos.
El gobierno hizo un llamado urgente a la ciudadanía para extremar las precauciones, evitar desplazamientos innecesarios y seguir las instrucciones de los organismos de emergencia.
El fenómeno, atribuido al agravamiento de los patrones climáticos extremos vinculados al cambio climático, se suma a una creciente lista de eventos extremos que afectan a Asia Oriental en los últimos años, elevando la presión sobre la infraestructura y los planes de gestión de riesgos en la región.
Las autoridades continúan monitoreando la evolución del sistema meteorológico, que podría continuar afectando otras zonas del país en los próximos días.