En un nuevo capítulo de la carrera tecnológica global, la compañía estadounidense Figure AI ha anunciado su plan para producir 100,000 robots humanoides en los próximos cuatro años, una iniciativa que podría redefinir la fuerza laboral y consolidar la posición de Estados Unidos en la vanguardia de la inteligencia artificial frente al rápido desarrollo tecnológico de China.
El anuncio fue realizado por Brett Adcock, CEO de Figure AI, quien reveló que la empresa ha firmado un acuerdo estratégico con “una de las empresas más grandes de Estados Unidos”, cuyo nombre no fue revelado, para llevar a cabo la fabricación a gran escala de estos robots. Este pacto representa un paso clave para lograr una industrialización robusta de la robótica humanoide, algo que hasta ahora parecía limitado a prototipos y demostraciones tecnológicas.
De la fábrica al hogar: robots con múltiples usos
Figure AI tiene como objetivo insertar estos humanoides en entornos comerciales y residenciales. Entre las funciones previstas se incluyen:
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Tareas de manufactura y logística
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Actividades físicas de apoyo como mudanzas
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Asistencia en el cuidado de la salud en el hogar
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Servicios de ayuda personal en espacios cotidianos
El potencial de estas máquinas radica en su capacidad para realizar tareas repetitivas, peligrosas o físicamente exigentes, lo cual podría transformar industrias enteras y redefinir el rol humano en entornos laborales.
Avances tecnológicos y entrenamiento con IA
La empresa ya ha desarrollado y probado dos versiones funcionales de sus robots humanoides, que combinan movilidad avanzada, percepción ambiental y capacidades de aprendizaje autónomo. Con la colaboración recientemente anunciada, la compañía busca no solo escalar la producción, sino también reducir significativamente los costos por unidad y acelerar la recolección de datos para entrenar modelos de inteligencia artificial más complejos.
Esta última parte es clave: cuanto más interactúan los robots con el mundo real, mayor será la calidad de los datos recogidos, lo que permite que los sistemas de IA se adapten, aprendan y optimicen su comportamiento con mayor precisión.
Una respuesta al avance tecnológico de China
El proyecto de Figure AI no solo responde a la demanda del mercado por soluciones automatizadas, sino que también se interpreta como parte de una estrategia nacional de Estados Unidos para mantener la supremacía tecnológica frente al crecimiento acelerado de China en áreas como robótica, IA y automatización.
Expertos señalan que China ha invertido masivamente en este sector, con desarrollos avanzados en inteligencia artificial aplicada a drones, robots industriales y sistemas de vigilancia automatizada. Por ello, iniciativas como la de Figure AI pueden ser vistas como un esfuerzo coordinado para equilibrar el poder tecnológico global y evitar dependencia futura de productos críticos.
Implicaciones sociales y éticas
Aunque el anuncio ha sido recibido con entusiasmo por sectores industriales y tecnológicos, también ha despertado preguntas en torno a la ética del reemplazo laboral, la regulación de la autonomía robótica y la seguridad de sistemas inteligentes capaces de operar sin supervisión directa.
Organizaciones defensoras de los derechos laborales y expertos en ética tecnológica han solicitado que cualquier despliegue masivo de robots humanoides venga acompañado de un marco regulatorio claro, con principios que prioricen la seguridad, el respeto a la dignidad humana y la supervisión responsable.
¿Futuro cercano o ciencia ficción?
Aunque aún quedan retos logísticos y tecnológicos por resolver, la visión de Figure AI representa un punto de inflexión: el paso de la robótica conceptual a una robótica cotidiana, con implicaciones que podrían transformar profundamente la forma en que trabajamos, cuidamos, construimos y convivimos.