Santo Domingo, R.D.– La representante del municipio Santo Domingo de Guzmán en el certamen Miss República Dominicana Universo 2025, Ana Marina Maspons, ha captado la atención del público no solo por su elegancia y carisma, sino por su compromiso social auténtico. En una emotiva jornada artística, la joven modelo, artista y estudiante de Educación Inicial participó en una clase de teatro inclusivo en el Studio Teatro Wendy Queliz, la primera escuela de su tipo en el país.
La actividad reunió a niños, niñas y adolescentes con autismo, neurodivergencia y síndrome de Down, quienes compartieron escenario con Ana en dinámicas teatrales diseñadas para estimular la creatividad, la expresión emocional y la autoestima.
Arte, inclusión y emoción
Con una sonrisa sincera y la sensibilidad que la caracteriza, Ana Maspons se integró de lleno a la experiencia, donde la inclusión se manifestó a través del arte escénico. Su participación no solo reforzó su conexión con la comunidad neurodiversa, sino que también demostró que una reina de belleza puede ser, ante todo, una voz aliada de las causas que construyen un país más empático.
“Tuve el honor de vivir una experiencia inolvidable junto a estos jóvenes extraordinarios, quienes me regalaron monólogos llenos de emoción, autenticidad y alegría. Me conmovió profundamente su lema antes de salir al escenario: ‘salir a ser feliz’. Esa frase la llevaré siempre en el corazón”, compartió Ana, visiblemente emocionada tras finalizar la actividad.
Más que una candidata, una “reina con causa”
Ana Marina Maspons Wiese se ha definido por ser una joven integral y multifacética. Es modelo, actriz en formación, artista plástica y creadora de contenido, además de cursar la carrera de Educación Inicial. Su amor por los animales —especialmente los gatos— y su pasión por el arte en todas sus formas la convierten en una figura cercana, humana y auténtica.
Durante su trayectoria en el certamen, ha dejado claro que su participación va más allá de la belleza exterior. Su propósito es inspirar desde la empatía, la fe y el compromiso con los valores humanos, promoviendo espacios donde la inclusión no sea una excepción, sino la norma.
“Todo pasa por una razón y todo obra para bien, gracias a Dios”, afirma con convicción, adoptando esta frase como guía en su vida personal y pública.
Un mensaje que trasciende la pasarela
Con esta iniciativa, Ana Maspons eleva su perfil en el certamen Miss República Dominicana Universo como una candidata que representa con dignidad, sensibilidad y visión social a su comunidad. Su apuesta por la inclusión a través del arte no solo resalta su capacidad de liderazgo, sino que también envía un mensaje poderoso: la belleza con propósito transforma vidas.
Desde los escenarios de teatro hasta las pasarelas de certamen, Ana avanza con pasos firmes y el corazón abierto, decidida a ser una embajadora del respeto, la igualdad y la visibilidad para quienes merecen ser escuchados y celebrados.