Santo Domingo – El cáncer renal, un tumor que se desarrolla por el crecimiento descontrolado de células en los riñones, está ganando terreno en la República Dominicana. Aunque a nivel global ocupa el decimocuarto lugar entre los cánceres más comunes, especialistas advierten sobre un incremento sostenido de casos y la necesidad urgente de reforzar la prevención y la detección temprana.
Según datos de la Coalición Internacional contra el Cáncer de Riñón, el 88 % de los tumores renales son malignos y, a pesar de que en el país se diagnostican actualmente 152 casos al año con 56 muertes registradas, las proyecciones apuntan a que en los próximos años podrían detectarse hasta 492 casos anuales.
Un enemigo silencioso
“El cáncer renal causa más de 155,000 muertes al año en el mundo”, advierte Javier Molina Cerillo, oncólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. La enfermedad, que suele diagnosticarse de forma casual en estudios realizados por otras razones, afecta un órgano clave para filtrar desechos y regular líquidos corporales.
Entre los factores de riesgo señalados por la Coalición se encuentran:
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Aumento del riesgo a partir de los 40 años.
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Sobrepeso: +33 % de probabilidad.
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Obesidad: riesgo duplicado.
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Hipertensión arterial y enfermedad renal crónica, especialmente en hombres.
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Exposición ocupacional a sustancias químicas y procesos industriales.
“El incremento del Índice de Masa Corporal (IMC) y la obesidad, consecuencia del abandono de dietas tradicionales y el aumento del consumo de grasas saturadas y ultraprocesados, es uno de los principales detonantes del cáncer renal”, subrayó Molina.
La doctora Melissa Barbieri, gerente médica de Oncología de Adium para Centroamérica y el Caribe, añadió que existe un componente genético importante. Enfermedades como el Von Hippel-Lindau (VHL) o el complejo de esclerosis tuberosa (CET) aumentan significativamente el riesgo.
Avances que cambian el pronóstico
En las últimas dos décadas, el tratamiento del cáncer renal ha experimentado una revolución gracias a terapias dirigidas e innovadoras.
“Antes, pacientes con cáncer renal avanzado morían en menos de un año. Hoy, gracias a la innovación, la supervivencia se ha multiplicado por cinco, con casos de más de 50 meses e incluso remisiones completas”, señaló Molina.
Detección y síntomas de alerta
En fases iniciales, el cáncer renal no presenta síntomas, lo que dificulta su detección. En etapas avanzadas pueden aparecer:
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Sangre en la orina (hematuria).
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Dolor en la espalda baja o costado.
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Masa palpable en la zona lumbar.
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Fatiga persistente.
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Pérdida de apetito y peso sin causa aparente.
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Fiebre prolongada sin infección.
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Anemia.
Los especialistas insisten en que acudir de inmediato al médico ante estos signos puede salvar vidas, ya que un diagnóstico precoz aumenta significativamente las posibilidades de éxito en el tratamiento y mejora la calidad de vida del paciente.
Este panorama refuerza la necesidad de campañas de concienciación, chequeos médicos regulares y políticas públicas que prioricen la detección temprana y el acceso a terapias innovadoras para combatir esta enfermedad silenciosa.