Santo Domingo.– El abuso verbal durante la infancia, aunque muchas veces invisibilizado, tiene efectos profundamente perjudiciales en la salud mental a largo plazo, comparables a los del abuso físico. Así lo revela un estudio intergeneracional publicado por la revista científica BMJ, el cual analizó datos de más de 20,000 personas en el Reino Unido, abarcando cohortes de nacimiento desde la década de 1950 hasta después del año 2000.
Un daño subestimado pero persistente
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool, evidenció que, a pesar de que el abuso físico infantil ha disminuido en las últimas décadas —pasando de una prevalencia del 20 % a alrededor del 10 %— el abuso verbal ha aumentado, alcanzando niveles del 20 % entre quienes nacieron desde el año 2000 en adelante.
A nivel global, se estima que uno de cada seis niños sufre abuso físico por parte de familiares o cuidadores, mientras que uno de cada tres podría estar expuesto al abuso verbal, una forma de violencia que, según los expertos, genera estrés tóxico y puede afectar el desarrollo neurológico y emocional de forma prolongada.
Efectos en la salud mental adulta
El análisis mostró que haber sufrido abuso verbal o físico en la infancia aumenta significativamente el riesgo de bajo bienestar mental en la edad adulta, en un 64 % y 52 % respectivamente. Aquellos que vivieron ambos tipos de abuso tienen el doble de probabilidades de presentar síntomas de malestar psicológico, en comparación con quienes no sufrieron ninguna forma de violencia.
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Sin abuso: prevalencia de bajo bienestar mental: 16 %
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Abuso físico únicamente: 22.5 %
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Abuso verbal únicamente: 24 %
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Ambos tipos de abuso: 29 %
Incluso en los casos donde existió abuso físico, el haber sido víctima también de abuso verbal elevó el impacto negativo.
Manifestaciones del malestar emocional
El estudio también reflejó diferencias de género en cuanto a las manifestaciones del malestar mental:
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Hombres: más propensos a reportar sentimientos de falta de optimismo, inutilidad o desconexión social.
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Mujeres: con mayor frecuencia señalaron sentirse tensas o poco relajadas.
Los nacidos a partir del año 2000 fueron los más afectados por todos los indicadores de malestar psicológico, según los datos analizados.
Limitaciones y advertencias del estudio
Los autores reconocen que, al tratarse de un estudio observacional y retrospectivo, no se pueden establecer relaciones causales directas. Además, no se midieron variables como la gravedad, edad de inicio o duración del abuso, factores que podrían influir significativamente en el impacto emocional.
No obstante, el equipo investigador advierte que el abuso verbal infantil suele ser menos visible que el físico y, por tanto, más difícil de identificar por parte de médicos, maestros u otros adultos responsables. Sin embargo, sus efectos pueden ser igual de severos, duraderos y debilitantes.
Conclusión: una llamada a la acción
Este estudio refuerza el llamado de expertos y organizaciones de salud mental a reconocer el abuso verbal como una forma grave de maltrato infantil, que debe ser atendida con la misma seriedad que otras formas de violencia.
El equipo investigador exhorta a que las políticas públicas de protección infantil incluyan estrategias de prevención, detección temprana y educación parental, no solo contra el maltrato físico, sino también contra la violencia emocional y verbal, que continúa afectando silenciosamente a millones de niños en todo el mundo.