Santo Domingo. – La oftalmóloga Judith Portorreal advirtió sobre el preocupante incremento de casos de miopía en niños y adolescentes, una condición que ya es catalogada como epidemia global y que amenaza con seguir aumentando de manera acelerada en las próximas décadas.
Según la especialista, cada vez más menores requieren lentes a edades tempranas, lo que evidencia un cambio alarmante en los patrones de salud visual. “Hace 30 o 40 años, apenas un 10 % de la población infantil utilizaba lentes. Actualmente, en Latinoamérica, incluyendo República Dominicana, uno de cada tres niños los necesita. En Europa, las cifras rondan entre el 50 % y 60 %, mientras que en Asia alcanzan hasta un 90 %”, puntualizó Portorreal.
¿Qué es la miopía y por qué aumenta?
La doctora explicó que la miopía es un defecto refractivo en el que los objetos lejanos se perciben borrosos, ya sea porque el ojo es más largo de lo normal o porque la córnea tiene una curvatura demasiado pronunciada. Esta alteración impide que las imágenes se enfoquen correctamente en la retina, afectando la visión nítida a distancia.
Diversos factores del estilo de vida moderno han potenciado el aumento de esta condición:
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Uso excesivo de pantallas portátiles, como celulares y tabletas, que se emplean a distancias muy cortas.
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Reducción de actividades al aire libre, reemplazadas por horas frente a dispositivos digitales.
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Cambios en el entorno social y urbano, como la transición de casas con patios a apartamentos y la falta de espacios seguros para que los niños jueguen.
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Jornadas laborales extensas de los padres, que limitan el tiempo de actividades recreativas con sus hijos.
Portorreal recordó que antes se recomendaba evitar pantallas en niños menores de dos años, pero la Sociedad Española de Pediatría ahora sugiere que el uso de dispositivos electrónicos se limite hasta los seis años de edad.
Una proyección preocupante
De mantenerse la tendencia actual, se estima que para el año 2050 la mitad de la población mundial podría necesitar lentes. La especialista enfatizó la importancia de asumir medidas desde ahora para frenar el impacto. “Nosotros en Latinoamérica sabemos dónde estamos y sabemos hacia dónde vamos, entonces, ¿qué vamos a hacer al respecto?”, cuestionó.
Recomendaciones para proteger la salud visual
La oftalmóloga subrayó que el primer paso es reducir el tiempo de exposición a celulares y tabletas en la infancia y adolescencia. A esto debe añadirse la promoción de rutinas más saludables, entre ellas:
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Pasar al menos dos horas diarias al aire libre, jugando o practicando deportes.
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Favorecer actividades que impliquen visión a distancia y contacto con la luz natural.
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Priorizar un equilibrio entre el uso de tecnología y experiencias físicas en el entorno real.
Portorreal reiteró que la miopía constituye un reto de salud pública que exige un cambio en los hábitos familiares y sociales. “Los niños necesitan menos pantallas y más experiencias al aire libre para garantizar un desarrollo visual saludable”, concluyó.