Bogotá.– Los ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)hicieron este lunes un llamado a preservar la región como “una tierra de paz”, tras una reunión virtual de urgencia convocada para analizar el despliegue naval de Estados Unidos en aguas del Caribe, cerca de Venezuela.
La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, anfitriona de la reunión y presidenta pro tempore del organismo, subrayó que la Celac defiende el respeto a la soberanía, la no intervención y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. “América Latina debe permanecer como una zona de paz, fuera de cualquier intervención militar, garantizando la estabilidad de nuestros pueblos”, señaló.
La reunión contó con la participación de representantes de 23 de los 33 países miembros de la Celac. La convocatoria se produjo tras la confirmación del envío de buques de guerra estadounidenses al Caribe, en una operación que Washington justifica como parte de su estrategia antidrogas.
Venezuela denuncia amenaza militar
Durante la sesión, el canciller venezolano, Yvan Gil, denunció que Estados Unidos ha desplegado ocho embarcaciones militares y un submarino nuclear de ataque rápido, con alrededor de 1,200 misiles a bordo y 4,200 efectivos preparados para invadir Venezuela.
Gil calificó el operativo como un “despliegue inusitado y grosero” que viola tanto la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz (2014) como el Tratado de Tlatelolco de 1967, que prohíbe armas nucleares en la región. Además, rechazó lo que consideró un “relato falso” de Washington sobre la existencia del supuesto Cartel de los Soles, organización que Estados Unidos vincula con el gobierno de Nicolás Maduro.
Celac reafirma integración sin injerencias
Villavicencio recordó que la Celac, creada en 2010, fue concebida como un espacio de diálogo y concertación política sin la participación de EE.UU. ni Canadá, con el fin de consolidar consensos regionales.
“Hoy esa voz debe decir sin ambages: rechazamos la lógica de intervención y reafirmamos la Carta de la ONU. Las preocupaciones legítimas deben canalizarse por vías diplomáticas y multilaterales”, sostuvo la canciller colombiana.
Asimismo, enfatizó que proteger la región como zona de paz no implica desconocer los retos del crimen organizado transnacional, sino enfrentarlos a través de la cooperación judicial, policial y la confianza mutua, y no mediante amenazas militares que podrían afectar la seguridad humana, el comercio y el turismo de todos los países de la región.