Washington anuncia restricciones de visado a ciudadanos centroamericanos vinculados con el Partido Comunista Chino; Pekín responde acusando a EE.UU. de “matonería y coerción”.
Washington / Pekín.– La rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China volvió a tensarse este fin de semana con el anuncio de una nueva política de restricciones de visado por parte de Washington contra ciudadanos centroamericanos vinculados al Partido Comunista Chino (PCCh).
El Departamento de Estado indicó que las medidas afectan a quienes “a sabiendas dirijan, autoricen, financien, presten apoyo significativo o participen en actividades que socaven el Estado de derecho en América Central”.
“Como resultado, estas personas y sus familiares directos no podrán, en general, ingresar en Estados Unidos”, declaró el secretario de Estado Marco Rubio, al confirmar que ya se han aplicado sanciones a varios ciudadanos de la región.
Acusaciones cruzadas
El embajador de EE.UU. en Panamá, Kevin Marino Cabrera, reforzó el mensaje en sus redes sociales, acusando al PCCh de ejercer una “influencia corrupta y maligna” en Centroamérica, destinada a “socavar la gobernanza y la rendición de cuentas”.
La respuesta de China no se hizo esperar. La Embajada de China en Panamá rechazó la medida y la calificó de “otra de las tantas amenazas e intimidaciones de EE.UU. contra el pueblo centroamericano”.
En un comunicado, la delegación sostuvo que el liderazgo del PCCh es “mundialmente reconocido e indiscutible” y acusó a Washington de utilizar a China como pretexto para ejercer “matonería, coerción y miedo”.
El avance chino en la región
En los últimos 15 años, China ha consolidado su influencia en un área históricamente considerada de dominio estadounidense. Costa Rica, Panamá, El Salvador, Nicaragua y Honduras rompieron lazos con Taiwán y establecieron relaciones diplomáticas con Pekín. Lo mismo hizo República Dominicana, país observador del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El resultado ha sido un fuerte incremento del comercio y la presencia de productos chinos en la región, incluidos vehículos eléctricos y tecnología de punta.
Washington, en guardia
Estados Unidos ha reaccionado con recelo. En 2018, durante la administración Trump, retiró a sus embajadores en Panamá, República Dominicana y El Salvador tras el giro diplomático hacia Pekín.
Hoy, con Trump nuevamente en la Casa Blanca, la tensión se ha intensificado. En los últimos meses, Washington ha llegado incluso a amenazar con retomar el Canal de Panamá para contrarrestar lo que califica de “maligna influencia” china, un planteamiento negado por las autoridades panameñas.
En junio, el secretario Rubio también anunció restricciones de visado a funcionarios centroamericanos vinculados con misiones médicas cubanas, a las que EE.UU. considera una forma de trabajo forzado.
Restricción dirigida a operadores del PCCh
La más reciente disposición del Departamento de Estado establece que se limitará el acceso a EE.UU. a ciudadanos centroamericanos que actúen intencionalmente en nombre del Partido Comunista Chino, reforzando la ofensiva de Washington en un escenario donde la pugna por influencia en Centroamérica sigue en aumento.