Pekín / Shanghái. – China sigue consolidando su liderazgo en innovación tecnológica y ahora centra su estrategia en la robótica humanoide, considerada por su gobierno como la próxima gran revolución después de los smartphones y los vehículos eléctricos.
El país celebró recientemente los primeros “Juegos Olímpicos” de robots humanoides, un evento que puso de relieve tanto los avances alcanzados como las ambiciones de convertir a esta tecnología en motor de transformación industrial y social a nivel global.
Una apuesta estatal multimillonaria
La robótica ocupa un lugar prioritario en el plan quinquenal iniciado en 2021, que prevé un crecimiento superior al 20 % anual en el sector. El programa está respaldado por un fondo estatal de 140,000 millones de dólares, destinado a financiar startups y proyectos de innovación.
Ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen ya concentran la producción de más de 10,000 robots humanoides en 2025, reforzando la meta de convertir a China en líder mundial de esta industria emergente.
Hitos y limitaciones
El evento dejó momentos de impacto, como la participación del robot H1 de Unitree, que completó 1,500 metros en poco más de seis minutos, superando al Atlas de Boston Dynamics. Sin embargo, la mayoría de los robots aún no son completamente autónomos: requieren operadores humanos, lo que evidencia la distancia que falta para alcanzar la plena independencia mecánica.
Los desafíos técnicos son notorios:
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Autonomía energética limitada, con modelos como Digit, que necesita 9 minutos de carga por cada 90 de uso.
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Seguridad en entredicho, dado que un robot bípedo de varias decenas de kilos que pierde equilibrio puede representar un riesgo real.
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Fiabilidad insuficiente, sin alcanzar todavía el estándar industrial del 99.99 % requerido para operaciones críticas.
Una promesa de largo plazo
Aunque algunos analistas prevén la venta de millones de unidades hacia 2050, el mercado actual es casi inexistente, con la mayoría de modelos en pruebas piloto bajo condiciones controladas.
Aun así, gigantes tecnológicos como Xiaomi, Honor y Neura Robotics mantienen apuestas estratégicas a largo plazo, confiados en que los avances en inteligencia artificial permitirán superar las limitaciones actuales.
Entre espectáculo y realidad
Por el momento, China avanza entre el espectáculo mediático y la promesa tecnológica. Los Juegos Olímpicos de robots humanoides simbolizan tanto su capacidad de innovación como la carrera por el dominio tecnológico global.
Si estas máquinas llegarán a convertirse en la próxima gran revolución, o si quedarán como un experimento con alcance limitado, solo el tiempo dará la respuesta.