Santo Domingo. – La Superintendencia de Bancos (SB), la Asociación Dominicana de Empresas Fintech (Adofintech) y el Hub de Innovación Financiera realizaron el III Foro Open Banking de República Dominicana, un espacio de análisis sobre los retos y oportunidades que plantea la implementación de la banca abierta en el país.

¿Qué es la banca abierta?
El open banking es un modelo financiero que permite a los usuarios autorizar, de manera segura y regulada, que terceros —como fintechs, proveedores de pagos o aplicaciones financieras— accedan a sus datos bancarios mediante interfaces de programación (API).
De acuerdo con Enmanuel Cedeño Brea, asesor general de la SB, esta modalidad tiene el potencial de fomentar la innovación en el sistema financiero, favorecer la inclusión de la población y estimular el desarrollo económico.
“Tenemos que seguir cerrando la brecha financiera, porque no podemos tener personas ultrasofisticadas y al mismo tiempo otros que ni siquiera están vinculados al sistema financiero”, expresó.
Competencia y beneficios para el consumidor
En la visión del sector privado, Luis Miguel Zapata, vicepresidente de Estrategia Digital del Grupo Bancolombia, destacó que el consumidor final debe estar en el centro de todas las iniciativas.
“El open banking debe beneficiar al consumidor, porque los datos son del consumidor, del cliente”, afirmó.
Valoró además la entrada de múltiples actores al ecosistema financiero, lo que promueve sana competencia, inclusión y mayores oportunidades de negocio.

Estándares y escalabilidad
Desde la experiencia tecnológica, Erick Domingues, gerente general de Raidiam Brasil, subrayó la importancia de establecer estándares claros que faciliten la interacción entre los distintos actores. Durante su ponencia “Implementación técnica y escalabilidad”, enfatizó en diseñar propuestas de valor claras y atractivas para los usuarios.
Hoja de ruta y regulación
Por su parte, Frida Ruiz, representante en el país de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, advirtió que el desarrollo de la banca abierta requiere una hoja de ruta con etapas definidas.
“El tema regulatorio es necesario, pero no suficiente. Si no se dan los otros elementos del mercado, los agentes no pueden aprovechar estas oportunidades”, puntualizó.
Proyecto compartido
En las palabras de cierre, Yulianna Ramón, subgerente de Supervisión e Innovación de la SB, recalcó que la banca abierta es un proyecto común que involucra a la banca tradicional, las fintech y las entidades reguladoras.
“Todas las partes tienen una función determinada para que la estructura compartida marche de forma correcta, a través de la cooperación y la colaboración”, concluyó.