Washington. – El gigante tecnológico Oracle será el encargado de garantizar la seguridad del algoritmo de TikTok como parte del acuerdo alcanzado entre la empresa china Bytedance y el Gobierno de Donald Trump, con el objetivo de que la aplicación pueda seguir operando en Estados Unidos bajo mínima representación china.
Según informó este lunes la Casa Blanca, el pacto permitirá trasladar las operaciones de TikTok en el país a una nueva empresa conjunta de mayoría estadounidense, en la que Oracle actuará como proveedor de seguridad. El acuerdo cuenta con el respaldo de Pekín.
Supervisión del algoritmo y datos de usuarios
Un funcionario de la Administración explicó que Oracle tendrá control sobre cada aspecto clave de la aplicación, desde su integración en los dispositivos, el almacenamiento de datos en servidores de Oracle y las actualizaciones del sistema, hasta el funcionamiento del algoritmo de recomendación de contenidos y el acceso al código fuente.
“Oracle inspeccionará y reentrenará completamente el algoritmo, que luego será operado por la nueva entidad estadounidense”, detalló la fuente, añadiendo que este fue un “punto difícil de negociación” entre las partes debido a la necesidad de cumplir con las legislaciones de ambos países.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que los datos de los usuarios estadounidenses estarán protegidos y “se mantendrán de forma segura en Estados Unidos, sin acceso desde China”, con el fin de evitar riesgos de vigilancia o interferencia extranjera.
Un acuerdo con implicaciones geopolíticas
El pacto surge en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Pekín por el control de la tecnología y los datos digitales. La medida busca responder a la principal preocupación de la Administración Trump: que TikTok represente un riesgo para la seguridad nacional por el supuesto acceso del Gobierno chino a la información de millones de usuarios en EE.UU.
Con esta propuesta, el algoritmo pasará bajo el control de la empresa conjunta estadounidense y estará sujeto a supervisión continua para garantizar que no sea manipulado con fines políticos o maliciosos.
El anuncio supone un nuevo capítulo en el complejo pulso por la regulación de TikTok, que desde hace años se ha convertido en uno de los símbolos de la batalla global por la soberanía digital y el control de los datos.