Santo Domingo.– El ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, explicó que la propuesta de Ley de Modernización Fiscal, presentada por el Gobierno en 2024 y posteriormente retirada, fracasó por una combinación de errores de diseño técnico y la ausencia de condiciones políticas y sociales para su aprobación.
Errores técnicos en el diseño
Díaz reconoció que, aunque defendía la necesidad de una reforma, el proyecto incluía disposiciones poco viables para la realidad dominicana. Entre ellas:
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Generalización del ITBIS al 18 %, lo que significaba que muchos bienes pasarían de estar exentos a tener una carga impositiva plena.
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Gravar los intereses al 27 %, práctica común en países desarrollados, pero considerada inviable en la economía local.
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Aumentar los impuestos selectivos, que ya figuran entre los más altos de la región.
El funcionario señaló que estos puntos generaban un impacto desproporcionado en sectores de bajos ingresos, cuando lo adecuado es una reforma progresiva, en la que quienes tienen más aporten más.
Falta de condiciones políticas y sociales
Además de los problemas técnicos, el ministro apuntó a la dificultad de generar consensos:
“Todo el mundo quiere una reforma tributaria, pero que la pague otro”, dijo Díaz, subrayando que el reto del Gobierno es encontrar un esquema razonable, sensato y políticamente viable.
La falta de respaldo social y político terminó frenando el proyecto antes de que llegara al Congreso.
Evitar reformas en medio de crisis
Díaz enfatizó que la República Dominicana no enfrenta una crisis fiscal inmediata, pero advirtió que las reformas no deben esperar a escenarios críticos, como ocurrió en los años 80, en 1992 y en 2004.
“Lo que debemos evitar es llegar a la crisis. Tenemos que estabilizar las finanzas públicas antes de que haya una crisis”, afirmó.
Inversión pública y sostenibilidad de la deuda
El ministro insistió en que el objetivo de una reforma debe ser ampliar el espacio fiscal para aumentar la inversión pública, actualmente cercana al 2 % del PIB, cuando debería estar más cerca del 3 %.
Al mismo tiempo, aclaró que el déficit fiscal no puede incrementarse significativamente, ya que la sostenibilidad de la deuda no puede ponerse en riesgo.
Transparencia y lucha contra la evasión
Sobre el gasto público, Díaz admitió que la evaluación siempre tiene un componente subjetivo, pero destacó avances en transparencia en inversión pública y compras gubernamentales.
Sin embargo, alertó que sin un combate firme contra la evasión y el fraude fiscal, cualquier reforma pierde efectividad:
“No haces nada subiéndole los impuestos a la población si alguien hace fraude y no pasa nada”.
📌 En resumen: la reforma fiscal fracasó porque combinó medidas técnicas inadecuadas, un costo social elevado y la falta de un consenso político que la hiciera viable.