El organismo destaca la resiliencia económica frente a la guerra arancelaria y el impacto positivo de la inteligencia artificial en la productividad mundial.
Washington. – El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó dos décimas su proyección de crecimiento económico mundial para 2025, situándola en 3.2%, gracias al impulso de la inversión en nuevas tecnologías y a un menor impacto de la guerra arancelaria de lo previsto, según su más reciente informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés).
El organismo destacó que la economía global muestra señales de estabilidad moderada, aunque persisten factores de fragilidad estructural en el comercio y la inversión.
“La buena noticia es que el impacto de la guerra comercial ha sido modesto por el momento”, explicó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, durante la presentación del informe este martes.
Crecimiento más firme, pero desigual
Tras expandirse un 3.3% en 2024, el FMI estima que la economía mundial crecerá 3.2% en 2025 y 3.1% en 2026, este último sin variación respecto al informe de julio.
La institución revisó al alza las perspectivas para Estados Unidos, con un crecimiento del 2% en 2025 y del 2.1% en 2026, impulsado por el dinamismo del consumo y la inversión tecnológica.
Por su parte, China mantendrá sus previsiones sin cambios, con un crecimiento del PIB de 4.8% en 2025 y 4.2% en 2026, mientras que la zona euro mejora sus expectativas en dos décimas para alcanzar el 1.2% el próximo año, beneficiada por el repunte de la economía española, que crecería un 2.9%.
Menor efecto de la guerra comercial
El FMI reconoció que el panorama global ha sido más resistente de lo previsto pese al aumento de los aranceles comerciales anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump a inicios de 2025.
Aunque en abril el organismo advertía de un impacto severo sobre los flujos económicos internacionales, las rondas de negociación posteriores han suavizado parte de esas tensiones, reduciendo los riesgos inmediatos.
“Los aranceles están aún lejos de los niveles previos a 2024. La incertidumbre en política comercial sigue siendo elevada, y sin acuerdos claros y duraderos, la atención se centra en los efectos sobre los precios, la inversión y el consumo”, indica el informe.
Inteligencia artificial y datos: motores del nuevo ciclo
El informe destaca la inversión tecnológica, especialmente en inteligencia artificial (IA), como un factor clave de la expansión global.
Según las estimaciones del Fondo, los beneficios mayores a lo previsto de la IA podrían incrementar el PIB mundial en 0.3 puntos porcentuales en 2026, con un impacto más fuerte en Estados Unidos y China.
El FMI atribuye la resiliencia económica a una combinación de factores: políticas monetarias más flexibles, adaptación del sector privado, relajación de ciertos aranceles estadounidenses y auge en el desarrollo de centros de datos e infraestructura digital.
Riesgos persistentes y advertencia del Fondo
Pese al optimismo moderado, el FMI advierte que los riesgos a la baja continúan presentes.
Si las mejoras prometidas por la inteligencia artificial en productividad no se materializan, podría producirse una caída pronunciada de la inversión agregada, especialmente en sectores tecnológicos.
“El crecimiento mundial no es tan malo como se temía, pero es peor de lo que anticipábamos hace un año y de lo que realmente necesitamos”, resumió Gourinchas, quien reiteró que los riesgos económicos globales siguen inclinándose hacia la baja.
En síntesis, el FMI considera que el 2025 marcará un año de estabilidad frágil pero sostenida, donde la transformación digital y la inteligencia artificial emergen como pilares del crecimiento global, aunque la incertidumbre geopolítica y comercial sigue siendo el principal desafío para la economía internacional.