El organismo advierte que la deuda global seguirá aumentando y llama a los países a optimizar el uso de sus presupuestos sin incrementar el endeudamiento
Washington, D.C.– El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó este miércoles a los gobiernos del mundo a redirigir su gasto público hacia áreas que potencien el crecimiento económico y la equidad social, sin recurrir a mayores niveles de deuda, al advertir que la eficiencia presupuestaria sigue siendo un reto estructural en la mayoría de los países.
Las recomendaciones están contenidas en el Monitor Fiscal de octubre de 2025, presentado por el organismo en el marco de las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington. El informe advierte que el crecimiento global continúa débil, mientras que la deuda pública promedio mundial se sitúa en 110.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) este año y alcanzará 111.18 % en 2026, con una tendencia ascendente hasta al menos 2030.
Deuda en aumento y déficits persistentes
El FMI detalló que el déficit fiscal global será de 4.6 % del PIB en 2025 y aumentará a 4.9 % en 2026, reflejando presiones crecientes sobre las finanzas públicas.
En el caso de las principales economías avanzadas, las proyecciones son aún más elevadas: el G7 cerrará este año con un déficit del 5.6 % del PIB, que aumentará a 6 % en 2026. En tanto, en la zona euro, el déficit se estima en 3.2 % en 2025 y 3.4 % en 2026.
“El gasto público puede y debe ser un motor del crecimiento sostenible, pero eso requiere eficiencia y priorización, no más deuda”, señala el documento.
El organismo subraya que casi todos los países tienen potencial para mejorar la eficiencia del gasto público, mediante una reorientación hacia áreas que incrementen la capacidad productiva y la competitividad de sus economías.
Infraestructura y educación, claves para el crecimiento
El informe identifica la inversión en infraestructura y la educación como los sectores con mayor impacto multiplicador sobre el crecimiento económico.
Según los cálculos del Fondo, aumentar la inversión en infraestructura en 1 % del PIB puede generar incrementos de hasta 1.5 % en el PIB de las economías avanzadas y 3.5 % en los mercados emergentes a largo plazo.
De igual forma, la inversión en educación puede elevar el PIB hasta 3 % en países desarrollados y 6 % en economías en desarrollo, además de contribuir significativamente a reducir la desigualdad de ingresos.
“No se trata de elegir entre un gasto que promueva el crecimiento o uno que fomente la equidad. La evidencia indica que la inversión pública y la educación pueden lograr ambos objetivos simultáneamente”, destaca el Monitor Fiscal.
Presiones sobre las finanzas públicas
El FMI advierte que los aumentos en el gasto en defensa por parte de las economías avanzadas están generando nuevas tensiones presupuestarias, a lo que se suman factores estructurales como el envejecimiento poblacional y las tasas de interés más altas.
“Las categorías más rígidas del gasto público en economías avanzadas son salud, educación y protección social; en los mercados emergentes lo son la inversión pública, la defensa y el orden público”, señala el informe.
El organismo recomendó que cualquier incremento en el gasto militar en la Unión Europea y otras regiones venga acompañado de mecanismos de transparencia, licitación pública y control institucional reforzado, a fin de evitar ineficiencias y corrupción.
Reformas institucionales y transparencia presupuestaria
El Monitor Fiscal dedica un apartado al concepto de “brechas de eficiencia”, que mide la diferencia entre los resultados logrados y los que podrían alcanzarse con los mismos recursos.
De acuerdo con el estudio, un 31 % de las economías avanzadas, un 34 % de los mercados emergentes y un 39 % de los países en desarrollo presentan márgenes considerables de mejora en la eficiencia del gasto.
El FMI recomienda a los gobiernos fortalecer sus instituciones fiscales, mejorar los mecanismos de control del gasto y promover una mayor rendición de cuentas pública.
“Para aumentar la eficiencia del gasto, los países deben priorizar las reformas institucionales, combatir la corrupción y publicar de forma íntegra sus presupuestos nacionales”, concluye el organismo.
Optimización del gasto y sostenibilidad fiscal
Finalmente, el Fondo Monetario insta a los países a optimizar los recursos existentes mediante herramientas de evaluación del gasto y análisis de desempeño presupuestario, especialmente en aquellas naciones con capacidad administrativa limitada.
El informe enfatiza que la sostenibilidad fiscal no depende solo del control del déficit, sino también de la calidad y orientación del gasto público, asegurando que cada peso o dólar invertido contribuya de manera directa al crecimiento económico, la productividad y el bienestar ciudadano.