Según The New York Times, la Casa Blanca otorgó luz verde a operaciones letales y de inteligencia en el Caribe para aumentar la presión sobre el régimen chavista
Washington / Caracas.– La Administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a ejecutar operaciones encubiertas y letales en Venezuela, con el propósito explícito de facilitar la caída del presidente Nicolás Maduro, según reveló este miércoles The New York Times.
El informe del diario, basado en fuentes de inteligencia y funcionarios estadounidenses, detalla que la autorización incluye acciones secretas dentro del territorio venezolano y en la región del Caribe, que podrían realizarse de manera unilateral o en coordinación con operaciones militares de mayor escala.
Aunque no se ha confirmado si dichas acciones han comenzado o si permanecen como planes de contingencia, el documento de inteligencia —firmado por el presidente— otorga a la CIA amplias facultades para ejecutar misiones extraterritoriales, incluyendo operaciones letales.
Estrategia de máxima presión y tensiones diplomáticas
La decisión de Trump llega en un contexto de renovada tensión diplomática con el gobierno venezolano, apenas días después de que la líder opositora María Corina Machado recibiera el Premio Nobel de la Paz, reconocimiento que dedicó al pueblo venezolano.
Fuentes citadas por el New York Times afirman que el anuncio generó incomodidad en el entorno de Trump, quien ha reiterado su posición intransigente frente al régimen de Maduro.
Durante una reunión bilateral reciente con el presidente argentino Javier Milei, Trump calificó nuevamente al mandatario venezolano de “dictador”, recordando la política de “máxima presión” aplicada en su primer mandato, que incluyó sanciones económicas, aislamiento diplomático y apoyo a un intento de golpe militar en 2019.
Despliegue militar en el Caribe
Según el reporte, el Pentágono ha preparado opciones de ataque y despliegues operativos en caso de que la Casa Blanca decida escalar su ofensiva contra Caracas. Actualmente, unos 10,000 soldados estadounidenses se encuentran desplegados en la región, principalmente en bases en Puerto Rico, junto a un contingente de infantes de marina a bordo de buques de asalto anfibio.
La Armada de Estados Unidos mantiene, además, un grupo naval compuesto por ocho embarcaciones de superficie y un submarino en el Caribe, desde donde se han llevado a cabo intercepciones de embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas.
Estos operativos, según el Times, han provocado la muerte de al menos 27 personas, aunque Washington los enmarca dentro de su estrategia antinarcóticos. Caracas, por su parte, niega cualquier vínculo con el narcotráfico y acusa a Estados Unidos de utilizar esa narrativa como pretexto de intervención militar.
Recompensa millonaria y ruptura diplomática
Maduro continúa siendo objeto de una orden de captura emitida por la justicia estadounidense, que ofrece hasta 50 millones de dólares de recompensa por información que facilite su detención, acusado de “narcoterrorismo” y conspiración internacional.
En enero pasado, el exembajador Richard Grenell, designado por Trump como enviado especial, viajó a Caracas para negociar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. Las conversaciones incluyeron encuentros con Jorge Rodríguez, alto funcionario del régimen chavista, y el propio Maduro.
Sin embargo, dichas negociaciones fueron suspendidas a principios de este mes, tras el deterioro de los canales diplomáticos y la aprobación formal de las nuevas autorizaciones de operaciones encubiertas.
Contexto regional y reacciones
El anuncio ha generado inquietud en diversos sectores diplomáticos y analistas regionales, quienes advierten que la medida podría reactivar un clima de confrontación en América Latina, en momentos en que varios países promueven mecanismos de diálogo para resolver la crisis venezolana.
En Caracas, el presidente Maduro respondió con dureza, acusando directamente a la CIA y a la Casa Blanca de “promover golpes de Estado en América Latina”.
“¿Hasta cuándo golpes de Estado de la CIA? América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia”, declaró el mandatario venezolano en cadena nacional.
Hasta el momento, ni la CIA ni el Departamento de Estado de Estados Unidos han ofrecido declaraciones oficiales sobre las revelaciones del New York Times, que ha desatado un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre Washington y Caracas.