Una revisión internacional revela que los cigarrillos electrónicos con nicotina son más eficaces que parches o chicles para abandonar el tabaco.
Una revisión sistemática de más de 90 estudios científicos realizada por la prestigiosa base de datos médica Cochrane Library concluye que los cigarrillos electrónicos con nicotina son una de las herramientas más eficaces para dejar de fumar, superando a métodos tradicionales como los parches o chicles de nicotina.
La investigación, que analizó datos de 29,044 adultos fumadores en países como Estados Unidos, Reino Unido e Italia, indica que entre 8 y 10 personas de cada 100 que utilizan vapes con nicotina logran dejar el cigarrillo durante al menos seis meses. Esta cifra duplica la tasa de abandono registrada entre quienes usan terapias de reemplazo de nicotina (4 a 6 de cada 100) o ningún tipo de apoyo.
“El uso de cigarrillos electrónicos con nicotina muestra una efectividad superior frente a otros métodos comunes para dejar de fumar. Además, no se identificaron efectos adversos graves vinculados a su uso en los ensayos evaluados”, aseguró la doctora Jamie Hartmann-Boyce, investigadora líder de la revisión y miembro del Cochrane Tobacco Addiction Group.
Del total de estudios incluidos, 88 fueron ensayos clínicos aleatorizados, considerados el estándar de oro para evaluar la eficacia de intervenciones médicas. La evidencia, destacan los autores, tiene un alto grado de certeza científica.
Los expertos atribuyen parte de esta efectividad a que los dispositivos electrónicos con nicotina replican de forma más precisa la experiencia de fumar, lo que podría facilitar la transición para fumadores dependientes. Además, los modelos más recientes de vapes, con una mejor tecnología de liberación de nicotina, también han demostrado mayores tasas de éxito.
Estos hallazgos coinciden con las conclusiones presentadas en el E-Cigarette Summit de Washington, donde investigadores como Ron Borland (Universidad Deakin) y David Levy (Universidad de Georgetown) destacaron el papel del vapeo como una herramienta clave en la estrategia de reducción de daños del tabaquismo, especialmente entre los adultos jóvenes.
En países como Reino Unido y Estados Unidos, esta transición tecnológica ha contribuido a la disminución del consumo de cigarrillos combustibles, consolidando al vapeo como un aliado potencial en la lucha contra el tabaquismo a nivel poblacional.