Santo Domingo.– La vitamina D, conocida popularmente como la vitamina del sol, desempeña un papel fundamental en la salud ósea, el sistema inmunológico y el estado de ánimo. Sin embargo, una parte importante de la población podría estar padeciendo una deficiencia sin saberlo. De hecho, se estima que alrededor del 22 % de los estadounidenses tiene niveles bajos de esta vitamina, y en países como República Dominicana, la situación no es muy diferente.
La dietista registrada Katherine Zeratsky, de la Clínica Mayo, advierte que aunque no siempre hay síntomas visibles, una deficiencia prolongada de vitamina D puede manifestarse a través de fatiga, dolor muscular y óseo, debilidad general y, en algunos casos, depresión.
¿Por qué es importante la vitamina D?
Esta vitamina ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo, elementos esenciales para el desarrollo y mantenimiento de huesos fuertes. Además, cumple funciones clave en la reparación muscular, el control de la inflamación y el buen funcionamiento del sistema inmunológico, que permite combatir infecciones de manera eficiente.
¿Cuánta vitamina D necesitamos al día?
La cantidad varía según la edad:
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Bebés: 10 microgramos (mcg) diarios.
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Niños y adultos hasta 70 años: 15 mcg.
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Mayores de 71 años: 20 mcg.
En casos de deficiencia, los médicos pueden recomendar dosis más altas por un período limitado, seguido de una reevaluación.
¿Cuáles son los síntomas de una deficiencia?
Aunque algunas personas no presentan síntomas, los más comunes incluyen:
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Dolor muscular o espasmos.
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Dolor en los huesos o fracturas frecuentes.
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Fatiga persistente.
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Cambios de humor o síntomas depresivos.
Los niveles normales en sangre deben ser superiores a 50 nanomoles por litro (nmol/L); por debajo de 30 nmol/L se considera deficiencia.
¿Qué causa niveles bajos de vitamina D?
La principal fuente de esta vitamina es la exposición al sol. No recibir suficiente luz solar —ya sea por pasar demasiado tiempo en interiores o por el uso excesivo de ropa protectora— puede reducir los niveles. Además, ciertas enfermedades, como afecciones renales o problemas de absorción de grasas, y medicamentos como esteroides o antihipertensivos también pueden influir.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
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Personas mayores de 65 años.
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Individuos con piel más oscura (mayor presencia de melanina).
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Bebés amamantados exclusivamente.
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Personas con estilos de vida mayoritariamente en interiores.
¿Qué pasa si no se trata la deficiencia?
Una deficiencia crónica puede derivar en osteoporosis, deformaciones óseas en niños (raquitismo), debilidad muscular severa y problemas en la glándula paratiroides, que regula los niveles de calcio en la sangre.
¿Es posible tener un exceso de vitamina D?
Sí, aunque es poco común. El exceso, generalmente causado por suplementos y no por el sol, puede derivar en niveles elevados de calcio en la sangre, lo que podría causar cálculos renales y otros problemas.
¿Cómo aumentar los niveles de vitamina D?
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Exposición solar moderada: 10 minutos de sol, varias veces por semana, es suficiente (siempre con protección solar).
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Alimentación rica en vitamina D:
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Natural: salmón, atún, tilapia, huevos, hongos.
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Fortificada: leche, yogur, jugo de naranja, cereales y algunos quesos.
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Suplementos: siempre bajo orientación médica. La vitamina D3 es la más efectiva.
Conclusión: La deficiencia de vitamina D puede pasar desapercibida, pero sus efectos son significativos a largo plazo. Ante síntomas persistentes como fatiga o dolor óseo, se recomienda realizar un análisis de sangre y consultar con un profesional de salud. Prevenir es siempre mejor que curar.