Santo Domingo, R.D. – República Dominicana enfrenta un creciente desafío en materia de crímenes y delitos de alta tecnología, principalmente relacionados con fraudes digitales que adoptan múltiples formas y son perpetrados tanto por actores locales como internacionales, con un único propósito: obtener beneficios económicos ilícitos.
Entre las figuras más conocidas en este ámbito destacan los llamados “chiperos” o “tarjeteros”, términos populares que hacen referencia a individuos que cometen fraudes electrónicos, particularmente mediante la suplantación de identidad y la clonación de datos del Seguro Social de los Estados Unidos.
Aunque estos delitos se financian y benefician a personas en territorio dominicano, la mayoría de las acciones fraudulentas se ejecutan directamente en suelo estadounidense, lo que ha llevado a que estos casos sean manejados por organismos como el FBI y otras agencias de seguridad de Estados Unidos.
Extradiciones y fraudes transnacionales
Uno de los casos más notorios se produjo en julio del año pasado, cuando dos dominicanos residentes en Santiagofueron extraditados a EE. UU. por su presunta participación en una amplia red de estafas contra adultos mayores, que habría defraudado a víctimas por millones de dólares.
Según la acusación, los implicados formaban parte de una estafa conocida como el “fraude del nieto”, que consistía en llamar a personas mayores haciéndose pasar por un familiar cercano —generalmente un nieto— alegando una emergencia, como un accidente o un arresto, para solicitar dinero de forma urgente. Para hacer más creíble la comunicación, los estafadores utilizaban tecnología que simulaba llamadas desde dentro de Estados Unidos.
Los fraudes se habrían ejecutado en múltiples estados, incluyendo Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts.
Redes locales de ciberdelincuencia
Dentro del territorio dominicano, otras redes delictivas se enfocan en el engaño a usuarios locales a través de redes sociales, servicios bancarios y plataformas digitales. De acuerdo con el experto en ciberseguridad Isaac Ramírez, los denominados “chiperos” no operan localmente, sino que se enfocan casi exclusivamente en estafar a ciudadanos estadounidenses desde el extranjero.
Ramírez indica que el 90 % de los estafadores que afectan a dominicanos operan desde cárceles del país, utilizando teléfonos celulares y redes criminales internas. Además, advierte sobre la existencia de bandas internacionales, integradas por ciudadanos de Colombia, Venezuela, Brasil y Chile, que residen en el país y forman parte de estructuras de fraude organizadas y tecnológicamente avanzadas.
Recomendaciones y advertencias
Los delitos de alta tecnología varían en su ejecución —desde suplantación de identidad y phishing, hasta fraudes con tarjetas y engaños en redes sociales—, pero todos comparten el mismo fin económico. Por ello, se exhorta a los usuarios del sistema financiero y del internet a mantenerse en alerta ante posibles intentos de fraude, especialmente aquellos que implican solicitudes de dinero, enlaces sospechosos o información personal sensible.
Autoridades y expertos coinciden en la necesidad de reforzar la educación digital, mejorar los protocolos de seguridad y fortalecer la cooperación internacional para combatir eficazmente este tipo de criminalidad en evolución.

