Agencias.- Un grupo de investigadores en China ha presentado un avance que podría transformar la industria energética: una batería nuclear en miniatura capaz de funcionar durante más de cien años sin necesidad de recarga. El prototipo, denominado Zhulong-1, fue desarrollado en la Northwest Normal University y promete una vida útil que supera ampliamente a las baterías convencionales.
Una revolución energética con base en el Carbono-14
El secreto de la Zhulong-1 está en el uso del Carbono-14 en lugar del tradicional Níquel-63. Su lenta desintegración radiactiva se aprovecha como fuente de energía, contenida de manera segura en una carcasa de carburo de silicio que también actúa como capa de conversión.
El resultado es una batería segura, estable y sin fugas de radiación, con una densidad energética 10 veces superior a la de las baterías de litio. Según las pruebas realizadas, puede operar en condiciones extremas, desde -100 °C hasta +200 °C, con menos del 5 % de degradación tras 50 años de uso. Con una vida media del Carbono-14 de 5.730 años, su vida útil teórica se extiende a milenios, dejando materiales inocuos al final de su ciclo.
Aplicaciones en medicina, industria y espacio
Aunque el prototipo actual solo produce nanovatios —demasiado poco para alimentar un teléfono móvil o un automóvil—, su potencial es enorme en dispositivos que requieren baja energía constante y de larga duración. Entre los ejemplos destacan:
-
Marcapasos que podrían durar toda la vida del paciente.
-
Sensores industriales que no necesitarían reemplazo de baterías.
-
Satélites y sondas espaciales, que podrían operar durante décadas sin mantenimiento.
Los investigadores ya trabajan en una versión mejorada, el Zhulong-2, con un tamaño similar al de una moneda y más económico de producir.
El liderazgo tecnológico de China
El desarrollo de este tipo de baterías no solo representa un salto tecnológico, sino también estratégico. Actualmente, solo China cuenta con la capacidad industrial para producir Carbono-14 a gran escala, lo que coloca al país a la vanguardia en una tecnología con aplicaciones críticas en salud, exploración espacial y energías limpias.
Conclusión
Aunque todavía está lejos de impulsar coches eléctricos o smartphones sin cargador, la Zhulong-1 marca un hito en la investigación energética. Si se logra escalar su producción y mejorar su potencia, estas baterías nucleares podrían redefinir el futuro de la energía portátil, garantizando dispositivos autónomos que duren toda una vida.