Un estudio internacional revela que el malestar psicológico ya no alcanza su punto máximo en la mediana edad, sino en la juventud, debido a la crisis de salud mental en los jóvenes.
Washington.– Uno de los patrones más estudiados en las ciencias sociales, la llamada “curva del bienestar”, que tradicionalmente mostraba una caída desde la infancia hasta la mediana edad y un repunte posterior, está desapareciendo. Según un estudio encabezado por el Dartmouth College (EE.UU.), el deterioro de la salud mental de los jóvenes ha modificado este modelo, desplazando el momento de mayor malestar a las primeras etapas de la vida adulta.
La investigación, publicada en la revista Plos One, concluye que el malestar psicológico —que antes alcanzaba su punto álgido en la mediana edad— ahora se manifiesta con mayor intensidad en la juventud y disminuye progresivamente con los años.
El cambio en la “curva de la felicidad”
La curva del bienestar, descrita en 2008, tenía forma de U: el bienestar disminuía desde la infancia hasta alrededor de los 50 años y luego repuntaba. Al invertirla, se obtenía la joroba del malestar, es decir, la etapa de mayor preocupación, estrés y depresión en la mediana edad.
Sin embargo, los nuevos hallazgos indican que esta “joroba” ha desaparecido. En palabras de los investigadores:
“En EE.UU. y Reino Unido podemos demostrar que este cambio se ha producido porque la salud mental de los jóvenes se ha deteriorado en comparación con la de las personas mayores”.
El estudio analizó datos de 44 países, abarcando el periodo de 1993 a 2025, mediante el Global Minds Survey, que incluye indicadores de angustia, miedo, ansiedad y pensamientos suicidas.
Causas y factores de riesgo
Aunque las razones no están del todo claras, los investigadores apuntan varios factores que podrían explicar este cambio:
-
Los efectos a largo plazo de la crisis económica de 2008 en las perspectivas laborales de los jóvenes.
-
La insuficiente financiación de los servicios de salud mental.
-
Los retos derivados de la pandemia de covid-19.
-
El aumento del uso de teléfonos móviles y redes sociales, asociado al incremento de la ansiedad y la comparación social constante.
Diferencias de género y vulnerabilidad juvenil
La muestra incluyó personas entre 18 y 74 años. Al analizar las diferencias por sexo, el estudio encontró que las mujeres menores de 25 años presentan peor salud mental que los hombres, especialmente en cuanto a desesperanza y pensamientos suicidas, un patrón que se repite en los 44 países estudiados.
La doctora Maite Garaigordobil, psicóloga de la Universidad del País Vasco, quien no participó en la investigación, señaló que los resultados son relevantes porque cuestionan un hallazgo empírico consolidado en las ciencias sociales: la existencia de la curva en U del bienestar.
“La evidencia muestra que la salud mental de los jóvenes se está deteriorando de forma significativa, lo que genera un nuevo escenario para la investigación y la intervención educativa y social”, puntualizó Garaigordobil.
Una crisis de salud mental juvenil
El hallazgo más preocupante es que hoy en día, tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, los jóvenes presentan mayores niveles de malestar mental que los adultos mayores, lo que representa un cambio radical respecto al pasado.
Este escenario evidencia que los adolescentes y jóvenes son un grupo altamente vulnerable en términos de salud mental, lo que plantea la necesidad urgente de políticas públicas, recursos sanitarios y programas educativos que aborden la crisis.