La velocista dominicana logra la tercera mejor marca de la historia (47.98) en una final memorable del Mundial de Tokio.
Tokio, Japón.– La campeona olímpica Marileidy Paulino volvió a hacer historia al conquistar la medalla de plata en los 400 metros del Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio 2025, con un registro de 47.98 segundos, la tercera mejor marca de todos los tiempos.
El oro fue para la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone, que detuvo el cronómetro en 47.78, segunda mejor marca de la historia y apenas a 18 centésimas del récord mundial vigente de la alemana Marita Koch (47.60), establecido en 1985. Ambas corredoras protagonizaron una final antológica, siendo las primeras en bajar de los 48 segundos en cuatro décadas.
Una meta clara: el récord del mundo
Consciente de lo alcanzado, Paulino mostró confianza en que tarde o temprano podrá superar la histórica marca:
“Hoy fue algo excepcional. Sigo teniendo fe en que algún día lograré ese récord del mundo. Ya entré dentro de los 47, así que algún día lo voy a conseguir”, declaró la velocista de 28 años.
Dificultades en la pista y reclamos
La dominicana consideró que correr en la calle 9, la más exterior del óvalo, influyó en su desempeño.
“El carril de arriba es un carril ciego, creo que corriendo en otro lo hubiera hecho mejor. Di todo lo mejor y gracias a Dios por todo”, explicó.
También lanzó un mensaje a McLaughlin-Levrone, recordando que ella compite sin interrupciones desde hace cinco años:
“Yo solo pido que se corra todo el año, como hago yo. Nunca he dejado de correr porque me gusta lo que hago. Me siento como la que he ganado por mantenerme ahí siempre”.
Orgullo dominicano y referente juvenil
Más allá de la pista, Paulino destacó la satisfacción de servir de ejemplo a la juventud dominicana gracias a sus logros internacionales.
“Estoy muy contenta con poder ayudar al deporte. Para mí, había una generación que no estaba tomando los buenos caminos, y quiero que vean que sí se puede”, expresó.
Con esta plata, Marileidy Paulino confirma su posición como una de las figuras más sólidas del atletismo mundial y mantiene vivo su sueño de inscribir su nombre junto al récord planetario de los 400 metros.