Washington. – El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró este miércoles que apuesta por un “rápido despliegue” de la recién creada Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF) en Haití, al tiempo que hizo un llamado a la comunidad internacional para que se sume a este esfuerzo.
De la MSS a la nueva GSF
El anuncio llega tras la aprobación, en el Consejo de Seguridad de la ONU, de una resolución impulsada por Estados Unidos que autoriza el envío de la GSF. Esta fuerza sustituirá a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), desplegada en 2024 bajo el liderazgo de Kenia, cuyos resultados fueron considerados limitados.
La GSF contará con un contingente de hasta 5,500 efectivos policiales o militares, además de 50 civiles de apoyo, y tendrá un mandato inicial de 12 meses.
Cooperación internacional y mandato reforzado
“Colaboraremos estrechamente con otros miembros del Grupo Permanente de Socios para garantizar el rápido despliegue de la GSF”, expresó Rubio en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que la nueva misión está diseñada para “abordar los desafíos de seguridad inmediatos de Haití y sentar las bases para la estabilidad a largo plazo”, trabajando de forma coordinada con la recién establecida Oficina de Apoyo de Naciones Unidas en Haití (UNSOH).
Asimismo, destacó que la GSF contará con los recursos necesarios para enfrentar a las bandas armadas que controlan gran parte del territorio haitiano y mantienen en zozobra a la población.
Llamado a la comunidad internacional
Rubio subrayó que Estados Unidos mantiene su compromiso con la paz, la estabilidad y la gobernanza democrática en Haití, y exhortó a otros países a contribuir activamente en la operación.
“Hacemos un llamamiento a todas las naciones para que se unan a nosotros en este esfuerzo crucial”, enfatizó el funcionario.
El despliegue de la GSF, que cuenta con el respaldo del Gobierno haitiano, es visto como un intento renovado de la ONU y la comunidad internacional de devolver la seguridad y estabilidad al país caribeño en medio de una crisis humanitaria y política prolongada.