La Asociación de Medios de Información acusa a la tecnológica de competencia desleal en publicidad digital.
Madrid.– Un tribunal mercantil de Madrid abrió este miércoles un juicio en el que más de 80 medios españoles exigen a Meta, propietaria de Facebook e Instagram, una indemnización de 551 millones de euros (646 millones de dólares) por daños vinculados a su modelo publicitario.
La demanda fue presentada en diciembre de 2023 por la Asociación de Medios de Información (AMI), que agrupa a 83 cabeceras, entre ellas El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia.
Reclamo por competencia desleal
La AMI sostiene que Meta incurrió en competencia desleal al explotar la publicidad digital entre mayo de 2018 y julio de 2023 sin cumplir con la normativa europea de protección de datos. Según la asociación, la compañía utilizó información de los internautas sin consentimiento para realizar “perfilado masivo” y vender anuncios segmentados.
“Lo que está en juego es la supervivencia de los medios de información, amenazada por el comportamiento predatorio de una plataforma como Meta”, afirmó Irene Lanzaco, directora general de AMI, a su llegada al tribunal.
La defensa de Meta
En respuesta, Meta calificó la acción como una “demanda infundada”, que según la empresa “ignora intencionadamente la evolución de la industria publicitaria”.
La tecnológica aseguró cumplir con todas las leyes, ofreciendo a los usuarios opciones claras, transparencia y herramientas de control sobre sus datos.
El proceso judicial
Este miércoles están previstas las declaraciones de testigos, mientras que el jueves se presentarán los informes periciales y las conclusiones de las partes.
Además de esta causa, radios y televisiones españolas interpusieron en noviembre de 2023 otra demanda contra Meta, reclamando 160 millones de euros por los mismos motivos.
Contexto internacional
El conflicto trasciende a España. En Francia, cerca de 200 grupos mediáticos —incluidos los principales canales de televisión y periódicos— iniciaron en abril pasado una demanda similar contra Meta, reforzando la presión europea sobre el modelo de negocio publicitario del gigante estadounidense.