La investigación, publicada en la revista Science, identifica la conexión entre el tejido ovárico y el sistema nervioso como un factor determinante en la función reproductiva.
San Francisco.– Un estudio internacional liderado por la Universidad de California-San Francisco (UCSF) ha revelado que la fertilidad femenina es mucho más compleja de lo que se creía, al descubrir que las conexiones nerviosas y vasculares del tejido ovárico juegan un papel esencial en la capacidad reproductiva y el envejecimiento de los ovarios.
La investigación, publicada en la prestigiosa revista Science, desafía la visión tradicional que atribuía la disminución de la fertilidad casi exclusivamente a la reducción de la cantidad y calidad de los óvulos, señalando que el sistema nervioso ovárico constituye un nuevo predictor clave de la función ovárica.
El eje ovarios-cerebro: una relación decisiva
El equipo científico, encabezado por la doctora Diana Laird, aportó evidencia sobre el papel del eje ovarios-cerebro en el envejecimiento ovárico. Según Laird, el entorno que rodea a los gametos —incluyendo nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo— también se deteriora con la edad, influyendo directamente en la capacidad reproductiva.
“La arquitectura celular, nerviosa y vascular del ovario es clave para la maduración de los óvulos y el ritmo de declive de la fertilidad”, explicó Laird.
Los investigadores hallaron que los nervios simpáticos forman una red densa en los ovarios, cuya densidad aumenta con la edad. En experimentos con ratones, la eliminación de estas fibras nerviosas alteró el inicio y desarrollo de los óvulos, demostrando su papel regulador.
Además, se descubrió la presencia de células gliales —habituales del sistema nervioso central— dentro del tejido ovárico, donde interactúan químicamente con los vasos sanguíneos para modular la maduración de los óvulos.
El especialista Àlex García-Faura destacó que este microambiente ovárico, compuesto por estroma, vasos y células gliales, “es esencial para que la maduración ovocitaria ocurra adecuadamente”.
Tecnología 3D y secuenciación unicelular: una nueva mirada al ovario
Para alcanzar estos hallazgos, el equipo utilizó técnicas avanzadas de imagen tridimensional y secuenciación unicelular de última generación, que permitieron mapear la organización interna del ovario sin necesidad de cortes físicos.
El análisis de casi 100,000 células ováricas mostró similitudes entre los procesos de envejecimiento en humanos y ratones, validando los modelos animales en la investigación reproductiva.
El estudio también cartografió la distribución de los óvulos, observando que en los ovarios humanos estos se agrupan en “bolsillos” cuya densidad disminuye con la edad. En ratones de mediana edad —equivalentes a mujeres de 30 a 40 años— se registró una drástica reducción tanto en óvulos inmaduros como en los que estaban en crecimiento.
Implicaciones clínicas y nuevos enfoques terapéuticos
Los hallazgos abren la puerta a nuevas estrategias para preservar la fertilidad y retrasar el envejecimiento ovárico.
Según Laird, al modular la señalización nerviosa o vascular, podría ser posible ralentizar la pérdida de óvulos y prolongar la ventana reproductiva, con potencial impacto en el retraso de la menopausia.
Por su parte, el doctor Juan Antonio García Velasco, del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), resaltó que el sistema nervioso regula funciones críticas como la ovulación, la producción hormonal y la comunicación con el cerebro.
Alteraciones en este sistema, dijo, pueden influir en patologías como el síndrome de ovarios poliquísticos.
Asimismo, subrayó que la salud ovárica está estrechamente vinculada a la salud cardiovascular y metabólicadespués de la menopausia, por lo que entender los cambios vasculares y nerviosos asociados a la edad podría ayudar a proteger la salud general femenina.
Hacia una nueva biología de la fertilidad
El estudio plantea el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a modificar la velocidad del envejecimiento ovárico, extendiendo los beneficios de una función ovárica saludable más allá de la reproducción.
Este avance marca un cambio de paradigma en la comprensión de la fertilidad femenina y ofrece esperanza a millones de mujeres que enfrentan desafíos reproductivos, abriendo paso a una nueva era en la medicina de la fertilidad.

