Especialistas recomiendan revisiones oftalmológicas tempranas, ya que la capacidad de recuperación visual disminuye significativamente después de los 8 años.
Madrid, España.– La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica (SEEOP) advirtieron que la ambliopía, comúnmente conocida como ojo vago, constituye la principal causa de pérdida visual prevenible en la infancia, afectando entre el 2% y el 5% de los menores españoles.
Con motivo del Día Mundial de la Ambliopía, conmemorado este miércoles, ambas sociedades hicieron un llamado urgente a reforzar la detección temprana y el tratamiento precoz de esta condición, cuya recuperación visual depende directamente de la plasticidad cerebral, que disminuye progresivamente con la edad.
Diagnóstico precoz, clave para prevenir la pérdida visual
La presidenta de la SEEOP, doctora Pilar Merino, subrayó la importancia del diagnóstico temprano:
“Queremos recordar que un diagnóstico precoz puede cambiar la vida de un niño. Animamos a los padres a acudir a revisiones oftalmológicas tempranas y a los profesionales a seguir reforzando los programas de detección. La ambliopía puede prevenirse y tratarse con éxito si actuamos a tiempo.”
La especialista explicó que la plasticidad cerebral que permite recuperar la visión disminuye con la edad, por lo que el tratamiento resulta “mucho más eficaz si se inicia en los primeros 7 u 8 años de vida”.
Una patología silenciosa pero prevenible
La ambliopía aparece cuando uno de los ojos no desarrolla correctamente la visión durante la infancia, generalmente por defectos refractivos (miopía, hipermetropía o astigmatismo), estrabismo o privación visual (por ejemplo, cataratas congénitas).
Si no se detecta y trata a tiempo, puede condicionar de forma irreversible la visión binocular, afectando la percepción de profundidad y la coordinación ocular en la vida adulta.
“El ojo vago no es una simple debilidad visual, sino una falta de desarrollo neurológico que, sin intervención temprana, puede ser permanente”, enfatizó la doctora Merino.
Tratamientos y abordajes recomendados
El tratamiento de la ambliopía varía según la causa y severidad del cuadro, pero puede incluir:
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Uso de gafas o lentes de contacto correctoras, adaptadas a las necesidades del paciente.
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Oclusión ocular (parche en el ojo sano) entre dos y seis horas diarias para estimular el ojo afectado.
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Penalización farmacológica, como el uso de atropina.
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Filtros de Bangerter, que reducen la visión del ojo dominante para equilibrar la estimulación.
Asimismo, los especialistas destacaron la necesidad de reforzar la colaboración entre oftalmólogos, pediatras y médicos de Atención Primaria, quienes pueden realizar pruebas básicas de cribado visual en revisiones rutinarias, tales como la medición de agudeza visual, la evaluación del reflejo rojo y la detección de anisometropías.
Nuevas perspectivas en investigación
Aunque el tratamiento tradicional tiene mayor éxito en la infancia, investigaciones recientes apuntan a que la estimulación visual en adultos, mediante terapias perceptuales y tecnologías digitales, podría abrir nuevas vías de recuperación visual incluso en edades avanzadas.
“Estas terapias digitales podrían representar un cambio de paradigma en el tratamiento del ojo vago, permitiendo reentrenar el cerebro y mejorar la función visual más allá de la edad infantil”, concluyó la doctora Merino.
En resumen, los oftalmólogos insisten en que la detección temprana de la ambliopía es esencial para prevenir la pérdida visual permanente. Una revisión oftalmológica antes de los siete años puede marcar la diferencia entre una visión saludable y un daño irreversible.