La organización denuncia la exposición sistemática de menores a contenidos tóxicos que promueven la autolesión y el suicidio, pese a los controles anunciados por la plataforma.
París
Un nuevo informe de Amnistía Internacional vuelve a colocar a TikTok en el centro de la polémica por su impacto en la salud mental de los adolescentes. La ONG documentó que el algoritmo de la red social expone en cuestión de minutos a los usuarios más jóvenes a contenidos relacionados con la autolesión, la depresión y el suicidio, incluso sin que expresen interés previo por esos temas.
Una espiral de contenido nocivo
El estudio incluye testimonios como el de Emma, una joven francesa de 18 años que relató cómo su experiencia en TikTok derivó en una espiral autodestructiva.
“Al principio, los vídeos coincidían con mis intereses, pero después de ver uno sobre infelicidad, el algoritmo empezó a mostrarme cada vez más contenidos tristes y oscuros. En una semana ya veía vídeos que banalizaban la muerte y promovían la autolesión”, explicó.
Emma fue hospitalizada seis veces por cuadros depresivos. Su caso refleja el efecto acumulativo de un sistema que —según Amnistía— refuerza patrones emocionales negativos y atrapa a los usuarios vulnerables en bucles de consumo tóxico.
El experimento de Amnistía: 45 minutos bastan
Para comprobar la exposición de los menores, la ONG creó tres cuentas falsas de adolescentes de 13 años. Sin dar “likes”, comentar o buscar contenido alguno, las cuentas recibieron recomendaciones de videos sobre autolesión y suicidio en menos de 45 minutos.
“En dos de las tres cuentas, el flujo se llenó de contenidos nocivos apenas después de ver dos videos sobre salud mental”, detalló Katia Roux, responsable de incidencia política de Amnistía Internacional Francia.
La organización concluye que el modelo algorítmico de TikTok prioriza la retención del usuario a cualquier costo, aun cuando esto implique reforzar la exposición a contenidos peligrosos.
Denuncias y demandas judiciales
En Francia, un grupo de once familias presentó una demanda judicial contra TikTok por “incitación al suicidio”, tras la muerte de varios adolescentes expuestos a este tipo de material.
Entre ellas está Stéphanie, madre de una joven que se quitó la vida hace cinco años:
“A mi hija le podrían haber ofrecido contenidos saludables o motivadores, pero eso no genera ingresos. El problema es que TikTok vive del tiempo que pasamos en la aplicación. Les importa un comino la infancia”, denunció.
El caso continúa bajo investigación judicial, mientras la presión sobre la red social china crece en Europa y Estados Unidos, donde varios organismos regulatorios también analizan su impacto psicológico y el uso de datos de menores.
Reclamo de cambio estructural
Amnistía Internacional pide a la empresa replantear su modelo económico y reforzar su política de moderación, garantizando la protección de la salud mental y la seguridad digital de los usuarios menores de edad.
Aunque TikTok asegura contar con herramientas de control parental y supervisión, el informe de Amnistía sostiene que la exposición temprana y reiterada a contenido autodestructivo sigue siendo una falla grave en el diseño de su algoritmo.
“El bienestar de los adolescentes no puede depender de cuánto tiempo pasen conectados”, concluye el informe.

