Badajoz, España. – El uso frecuente de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos ha provocado un alarmante incremento en los casos de miopía en niños y adolescentes, según alertó el oftalmólogo Francisco Javier Fernández Perianes, del Hospital Quirónsalud Clideba.
“Estamos viendo un incremento importante, casi hasta el doble, del número de menores de edad con miopía”, señaló el especialista, atribuyendo esta tendencia al uso prolongado de pantallas a corta distancia y a la intensa iluminación emitida por estos dispositivos.
Síntomas y consecuencias de un desarrollo visual inadecuado
Fernández Perianes explicó que los niños, al exponerse constantemente a la visión cercana, ven comprometido el desarrollo adecuado de su capacidad para enfocar objetos a distancia, lo que conlleva síntomas como visión borrosa, enrojecimiento ocular, sequedad, dolor de cabeza y molestias en los párpados.
“Los móviles emiten una luz intensa a una distancia muy corta, lo que representa un riesgo elevado para un ojo en desarrollo”, advirtió el experto.
Recomendaciones: limitar el uso de pantallas en la infancia
El oftalmólogo subrayó que la única medida efectiva para prevenir la aparición prematura de la miopía es restringir o evitar el uso de dispositivos móviles en menores, una recomendación respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas sociedades oftalmológicas y pediátricas.
Las directrices internacionales recomiendan:
-
Evitar totalmente el uso de pantallas en menores de 3 años.
-
Limitar considerablemente el tiempo de exposición en edades posteriores.
-
Priorizar el uso de materiales analógicos o sin conexión a Internet, para reducir el apego visual al dispositivo y sus efectos adversos.
“Hasta los 16 años, es crucial establecer límites de tiempo con un uso responsable de la tecnología”, recalcó el doctor.
Prevención y tratamiento
En caso de presentarse síntomas, el especialista recomienda acudir a un oftalmólogo para una revisión, utilizar lágrimas artificiales, asegurar una buena iluminación ambiental y evitar reflejos que agraven el esfuerzo visual.
El tratamiento indicado hasta que finaliza el desarrollo ocular, alrededor de los 20 o 21 años, es el uso de gafas correctivas, ya que las cirugías refractivas solo se consideran una vez completado el crecimiento ocular.
“Debemos tomar conciencia de que los niños pequeños no deben utilizar dispositivos móviles si queremos evitar problemas refractivos que, en muchos casos, ya no tienen solución fácil”, concluyó.