Santo Domingo. – El presidente de la Fundación Zile, Edwin Paraison, criticó duramente el desempeño de la misión internacional liderada por Kenia en Haití, calificando su impacto como ineficaz frente al avance de las bandas armadas en el país.
Durante una entrevista en el programa Esto No Tiene Nombre, el exdiplomático haitiano afirmó que la operación ha fracasado en su propósito principal: contener el dominio de los grupos criminales. “Estos policías de Kenia ya van a tener un año en Haití. En ese tiempo, los grupos terroristas han conquistado más territorio, en vez de reducir su influencia. Entonces, el balance es negativo”, señaló.
Desde el inicio, Paraison expresó dudas sobre la capacidad operativa de las fuerzas kenianas para ejecutar una intervención efectiva. “Desde un principio teníamos muchas dudas sobre la capacidad de estos agentes militares o policiales de Kenia para contribuir de manera significativa a un cambio en la situación”, dijo, agregando que el tiempo ha confirmado esas preocupaciones.
El presidente de la Fundación Zile también enumeró factores que, a su juicio, han limitado seriamente la operación: desconocimiento del terreno, barreras idiomáticas y logísticas, y la pérdida de al menos dos miembros del contingente, lo cual —afirmó— ha tenido un impacto político en la sociedad keniana.
Paraison recordó que desde antes de su despliegue, existía escepticismo dentro de Kenia sobre la viabilidad y conveniencia de la misión, tanto en la opinión pública como en sectores de la oposición.
Ante este panorama, el activista hizo un llamado urgente a la comunidad internacional y a las autoridades haitianas y kenianas a realizar una revisión del enfoque actual: “Ya llegó el tiempo de hacer una autoevaluación. La realidad está ahí”.
Asimismo, criticó la falta de apoyo financiero internacional para enfrentar la crisis en Haití, señalando que Estados Unidos ya ha dejado claro que no asumirá en solitario el costo logístico y de mantenimiento de las tropas. “Para Haití siempre hay limitaciones”, lamentó.
Pese a sus críticas, Paraison agradeció la solidaridad mostrada por los países que han intentado colaborar, aunque insistió en que la situación actual exige una revisión profunda del modelo de intervención. “Se necesita una respuesta eficaz y duradera”, concluyó.