Washington / Londres. Los Gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido anunciaron este jueves un acuerdo comercial bilateral que contempla la reducción de aranceles estadounidenses sobre automóviles y acero británicos, a cambio de un mayor acceso al mercado cárnico británico y una rebaja de tarifas al etanol estadounidense.
El anuncio fue hecho por el presidente Donald Trump desde la Casa Blanca, quien calificó el pacto como “muy bueno para los dos países”. Por su parte, el primer ministro británico Keir Starmer lo celebró como “un día fantástico e histórico”.
Acuerdo sectorial, con impacto simbólico y estratégico
Aunque el impacto económico del acuerdo será limitado a nivel macroeconómico, Starmer lo considera un pilar clave de su política de alianzas bilaterales. El anuncio llega pocos días después de que Londres firmara también un tratado de libre comercio con India, enmarcando así una nueva estrategia comercial tras el Brexit.
Según Downing Street, Estados Unidos reducirá del 27.5 % al 10 % los aranceles sobre los primeros 100,000 vehículos británicos que entren cada año al país, una medida que busca favorecer a marcas británicas como Jaguar y Rolls-Royce.
“El Reino Unido fabrica coches únicos y especiales. Esto es una forma de apoyar esa industria sin afectar a nuestros trabajadores”, afirmó Trump. La cuota representa solo el 0.6 % de los 16 millones de vehículos que se producen anualmente en EE. UU., pero según el secretario de Comercio, Howard Lutnick, puede traducirse en “decenas de miles de empleos preservados” en el Reino Unido.
Alivio para el acero británico
Otra medida clave del acuerdo es la exención de las tasas del 25 % que EE. UU. impone al acero y aluminio procedentes del Reino Unido, una política que estaba vigente desde el mandato anterior del propio Trump. El alivio arancelario permitirá a los exportadores británicos recuperar competitividad en un sector estratégico.
Contrapartidas desde Londres
A cambio, el Reino Unido ampliará el acceso de productos cárnicos estadounidenses a su mercado, un punto que había sido motivo de debate en negociaciones anteriores. También se reducirán los aranceles al etanol estadounidense, medida con la que Londres busca equilibrar la balanza en el sector energético.