NUEVA YORK.– Un inusual encuentro entre el presidente Donald Trump y el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ocurrido esta semana en la Casa Blanca, ha generado notable atención, particularmente entre la comunidad dominicana del Alto Manhattan, dadas sus implicaciones políticas y migratorias.
Lo que dijo Adams:
El alcalde afirmó que la reunión trató temas de infraestructura, financiamiento para NYC, y el proyecto Empire Wind One, cuya construcción Trump detuvo recientemente. Adams destacó que su objetivo fue establecer “una comunicación real” con la administración federal.
Lo que dijo Trump:
En contraste, el presidente minimizó el contenido del encuentro, afirmando que “no discutimos casi nada”, y que Adams simplemente fue a agradecerle. Esta declaración ha sido interpretada como una posible alusión a la desestimación reciente del caso federal de corrupción contra Adams, ordenada en abril por el juez Dale Ho.
Sospechas de un acuerdo político:
Algunos sectores han señalado que esta reunión, unida a la suspensión del proceso judicial contra Adams y su silencio sobre políticas migratorias de Trump, podría ser parte de un acuerdo no oficial. El juez Ho, al cerrar el caso, llegó a declarar que el alcalde podría estar “más en deuda con las exigencias del gobierno federal que con los deseos de sus electores”.
Repercusiones en la comunidad inmigrante:
Tras firmar en enero una orden ejecutiva con el director de Inmigración, Thomas Homan, permitiendo a ICE actuar libremente en NYC, más de 200 inmigrantes fueron detenidos, incluidos dominicanos, según un reporte oficial del 16 de abril. Esto contrasta con los mensajes tranquilizadores que Adams ha dirigido públicamente a los inmigrantes: “Vivan su vida sin temor”.
La aparente contradicción entre el discurso del alcalde y las acciones del gobierno federal ha generado preocupación e incertidumbre en la comunidad dominicana, históricamente afectada por políticas migratorias restrictivas.