Texas, EE.UU. – La empresa aeroespacial de Elon Musk, SpaceX, se encuentra en la fase final de preparación para el noveno vuelo de prueba de su imponente nave Starship, el cohete más grande y potente jamás construido. Aunque aún no se ha anunciado una fecha oficial para el lanzamiento, los recientes ensayos de motores realizados en las instalaciones de Starbase, en Boca Chica (Texas), indican que el vuelo podría realizarse a finales de mayo.
El lunes por la mañana, SpaceX confirmó en la red social X (anteriormente Twitter) que realizó una prueba estática de los seis motores Raptor del segmento superior del Starship durante aproximadamente 60 segundos, un paso clave para validar la preparación del sistema para su próximo lanzamiento.
Una nueva etapa para el Starship
El próximo vuelo marcará la novena prueba general del sistema Starship y será la primera desde marzo de 2025, cuando SpaceX llevó a cabo su octavo lanzamiento desde Texas. En las dos misiones realizadas en 2025 hasta ahora, la etapa superior de la nave –donde en el futuro viajarán humanos y cargas hacia el espacio profundo– explotó a los pocos minutos del despegue, resaltando los retos que aún enfrenta la empresa.
A pesar de estos contratiempos, SpaceX ha logrado avances importantes, como recuperar con éxito el propulsor Super Heavy mediante una maniobra en la que es capturado por brazos mecánicos, conocidos como chopsticks, una hazaña realizada por primera vez en octubre de 2024.
Autorización para más lanzamientos
En un hito regulatorio clave, la Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó recientemente la expansión del programa de lanzamientos de SpaceX, permitiéndole realizar hasta 25 vuelos anuales del Starship desde Texas, comparado con apenas cuatro en 2024. Este permiso es fundamental para acelerar el desarrollo de la nave, la cual será esencial en misiones futuras de exploración lunar y marciana.
Starbase: el corazón del programa Starship
Los vuelos se realizan desde Starbase, la sede principal de SpaceX en Boca Chica, Cameron County. El área, recientemente aprobada por votación para convertirse en una ciudad oficial llamada “Starbase”, aloja no solo las operaciones de lanzamiento, sino también a buena parte del personal técnico y científico de la compañía.
Ambiciones marcianas y desafíos terrestres
La visión de Musk para el Starship va más allá de la órbita terrestre. El empresario ha declarado que la nave podría llegar a Marte para finales de 2026, con misiones tripuladas posteriores en camino. Por otro lado, la NASA tiene planes de usar el Starship para el alunizaje de astronautas como parte de la misión Artemis III, aunque el futuro de este proyecto podría verse afectado por ajustes presupuestarios bajo la administración del presidente Donald Trump.
A pesar de la aprobación federal, organizaciones como la Red de Justicia Ambiental del Sur de Texas han expresado su oposición al programa Starship, alegando impactos negativos en comunidades locales y el ecosistema.
Starship: características y pruebas anteriores
El sistema completo mide más de 400 pies (122 metros) de altura, compuesto por el propulsor Super Heavy (232 pies) y la etapa superior Starship (171 pies). El cohete está diseñado para ser completamente reutilizable, con el objetivo de reducir los costos de acceso al espacio.
Aunque la nave ha alcanzado el espacio en lanzamientos anteriores, aún no ha logrado una órbita completa, y algunos vuelos han terminado en explosiones. No obstante, en tres pruebas entre junio y noviembre de 2024, el vehículo logró amerizar exitosamente en el Océano Índico.
Con la combinación de visión ambiciosa, avances tecnológicos y una creciente influencia en las políticas espaciales estadounidenses, SpaceX se posiciona para transformar la exploración espacial en los próximos años, mientras el mundo observa de cerca los resultados del próximo vuelo del Starship.