Puerto Príncipe.- El primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, hizo un llamado enfático este domingo a la unidad nacional y al trabajo conjunto para crear las condiciones que permitan la realización de un referéndum para reformar la Constitución y la celebración de elecciones «libres, inclusivas y creíbles», en un país que no ha visto comicios desde hace una década y que enfrenta una crisis multidimensional.
El pronunciamiento se dio en el marco del acto oficial por el Día de la Bandera Nacional, celebrado este año en Cabo Haitiano, en la costa norte, en lugar de Arcahaie —lugar tradicional donde se conmemora el origen de la bandera— una decisión tomada por el Consejo Presidencial de Transición (CPT) y el Gobierno haitiano. Este cambio generó descontento y críticas en varios sectores, que denunciaron además un gasto excesivo asociado a la mudanza del evento.
Durante su discurso, Didier Fils-Aimé destacó que la Bandera Nacional es símbolo de unión y llamó a dejar atrás las divisiones políticas y sociales que han afectado al país. “Hoy más que nunca, la Bandera nos llama a la unidad sagrada. Es imperativo que superemos nuestras diferencias, dejemos de lado los intereses personales y trabajemos juntos para proteger nuestro país, organizar el referéndum constitucional y celebrar elecciones libres, inclusivas y creíbles”, afirmó el primer ministro, según el comunicado oficial.
Sin embargo, la celebración estuvo marcada por incidentes de violencia protagonizados por algunos grupos de manifestantes que expresaron su rechazo a las autoridades y a la gestión gubernamental, evidenciando el profundo malestar social existente. Se registraron enfrentamientos entre agentes de la Policía Nacional y manifestantes, aunque hasta el momento no se reportan heridos graves.
Haití atraviesa una crisis de seguridad sin precedentes, agravada por la proliferación de bandas armadas, enfrentamientos violentos y una crisis política que ha impedido la realización de elecciones democráticas desde hace más de diez años. De acuerdo con datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), solo en los primeros tres meses de 2025, se registraron 1.617 muertes violentas y 580 heridos vinculados a la inseguridad, además de una elevada cifra de secuestros y desplazamientos internos.
Durante 2024, la violencia causó al menos 5.626 muertes, un aumento significativo con respecto al año anterior, junto con 2.213 heridos y 1.494 secuestros, reflejando la gravedad del deterioro en la seguridad y la estabilidad del país caribeño. Más de un millón de haitianos han tenido que abandonar sus hogares debido a la inseguridad y la violencia, lo que agrava aún más la situación humanitaria.
Ante este panorama, el llamado del primer ministro a la unidad y a la celebración de procesos electorales libres y creíbles representa un esfuerzo por buscar soluciones políticas y recuperar la gobernabilidad en Haití, mientras la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en esta nación.