Gaza — La cifra de fallecidos en la Franja de Gaza desde el inicio de la ofensiva militar israelí en octubre de 2023 superó este martes los 54.000 muertos, según el más reciente balance del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. A este dato se suman 123.129 heridos, reflejo del devastador impacto de los incesantes bombardeos y combates en el enclave palestino.
El informe precisa que al menos 79 cadáveres y 163 heridos llegaron el lunes a los centros de salud, aunque se advierte que los números reales podrían ser aún mayores, ya que los hospitales del norte de Gaza —totalmente aislados por los combates— no están incluidos en el recuento.
Desde el inicio de la ofensiva, alrededor de 1,9 millones de personas —casi el total de la población gazatí— han sido desplazadas, muchas de ellas en múltiples ocasiones, obligadas a buscar refugio en las cada vez más reducidas zonas no sujetas a órdenes de evacuación por parte del Ejército israelí.
Mientras tanto, las operaciones militares continúan sin cesar en distintos puntos del territorio. El Ejército israelí sostiene que su objetivo sigue siendo desmantelar la estructura de Hamás y rescatar a los rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando milicianos irrumpieron en el sur de Israel, dejando cientos de muertos y secuestrados.
En medio de esta crisis humanitaria, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insinuó este lunes avances en las negociaciones indirectas con Hamás para un posible alto el fuego y la liberación de rehenes. Sin embargo, su oficina aclaró posteriormente que el mandatario no se refería a un anuncio inminente ni a detalles concretos.
Organizaciones internacionales de derechos humanos, así como la ONU, han reiterado sus llamados a un cese inmediato de las hostilidades, denunciando el alto número de víctimas civiles, la destrucción generalizada de infraestructura y el colapso del sistema sanitario en Gaza, donde escasean insumos médicos, agua potable y alimentos.
La comunidad internacional continúa dividida sobre cómo abordar el conflicto, mientras la población civil en Gaza sufre las consecuencias de una guerra que, hasta ahora, no da señales claras de terminar.