Washington, D.C. – La administración del presidente Donald Trump ha endurecido aún más su política migratoria, utilizando ahora las cortes de inmigración como herramienta directa para acelerar deportaciones, según denuncias de abogados y defensores de derechos humanos.
“Esta administración está convirtiendo las audiencias de inmigración en una trampa”, afirmó a la agencia EFE el abogado de inmigración Alex Gálvez, quien advierte que muchos inmigrantes acuden a sus citas judiciales confiados en que podrán resolver su estatus, pero terminan detenidos y deportados.
¿En qué consiste esta nueva estrategia?
De acuerdo con expertos:
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El gobierno ha comenzado a cerrar expedientes judiciales de forma abrupta, quitando a los jueces la discreción de posponer o suspender casos.
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En varios casos, los inmigrantes son arrestados en los mismos tribunales, una práctica antes reservada para casos excepcionales.
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Se está priorizando la deportación inmediata de personas sin antecedentes criminales y sin posibilidad de defensa activa.
Críticas de abogados y defensores
Organizaciones como la ACLU y la American Immigration Lawyers Association (AILA) han denunciado que estas acciones:
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Violentan el debido proceso, ya que muchos inmigrantes ni siquiera logran presentar su caso.
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Disuaden a las personas de asistir voluntariamente a sus audiencias, por miedo a ser detenidas.
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Rompen protocolos humanitarios, ya que muchas de las personas afectadas tienen familia, empleo y años residiendo en EE.UU.
Contexto político
Esta política se enmarca dentro de un conjunto de acciones más amplias que buscan reducir drásticamente la inmigración, tanto legal como indocumentada. Desde su regreso al poder, Trump ha intensificado las deportaciones, reactivado medidas de “cero tolerancia” y reducido los mecanismos de alivio migratorio.