La minería en República Dominicana ha generado un significativo aporte fiscal de RD$136,723.9 millones entre 2012 y 2021, pese a la disminución en la producción interna de oro y plata (doré). Este aumento se debe principalmente al alza en los precios internacionales de estos metales, que han compensado la reducción en los volúmenes extraídos.
La mina de Barrick Pueblo Viejo, ubicada en Sánchez Ramírez, es la principal contribuyente, destacándose como una de las minas de oro más grandes del mundo. Aunque la producción de oro ha caído en más de un 40% en los últimos cinco años, las exportaciones y recaudaciones fiscales han crecido gracias al incremento del precio del oro en los mercados internacionales.
En 2021 se registró el mayor ingreso fiscal del sector en la última década, con RD$28,721.4 millones, un 28.6% más que en 2020 y un 137.4% superior al promedio anual previo a la pandemia. Esta tendencia está vinculada al efecto refugio que representa el oro para los inversionistas durante crisis económicas, lo que llevó a un aumento significativo de su cotización, alcanzando hasta US$2,000 la onza troy en 2021.
Los principales conceptos tributarios que conforman este aporte incluyen el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto Mínimo Anual Minero (IMA), el Impuesto Sobre las Utilidades Mineras (PUN), el Retorno Neto de Fundición Minera (RNF) y las ganancias de capital por venta de derechos de extracción.
El sector minero, a pesar de las fluctuaciones en producción, sigue siendo una fuente importante de ingresos para el Estado dominicano, favorecida por las condiciones contractuales con las empresas extractoras y el aumento sostenido en los precios internacionales de los metales preciosos.