Será la tercera de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe durante los próximos dos años
Santo Domingo, R.D. – La economía de la República Dominicana mantendrá su dinamismo en 2025 con un crecimiento proyectado del 4 %, según el informe Perspectivas Económicas Mundiales publicado este mes por el Banco Mundial (BM). La institución también anticipa una aceleración gradual del crecimiento económico nacional, con un promedio de 4.3 % estimado para los años 2026 y 2027.
Con estas cifras, el país se posiciona como la tercera economía de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe durante el próximo bienio, superada solo por Guyana y Argentina. Guyana, impulsada por el auge petrolero, podría alcanzar un crecimiento del 10 % este año y escalar hasta un 23 % en 2026. Por su parte, Argentina registraría una expansión del 5.5 % en 2025 y del 4.5 % en 2026, en medio de su proceso de estabilización macroeconómica.
El Banco Mundial destaca que, a pesar de los desafíos estructurales internos y un entorno global marcado por tensiones comerciales e incertidumbre, la economía dominicana continuará demostrando resiliencia y solidez. El informe resalta factores como la recuperación del turismo, la inversión extranjera directa y la estabilidad macroeconómica como motores clave del crecimiento.
En contraste, la región de América Latina y el Caribe enfrentará un crecimiento más moderado. El BM prevé una expansión promedio de 2.3 % para 2025 y un leve aumento a 2.5 % durante 2026 y 2027. Estas cifras reflejan un contexto regional aún afectado por bajas tasas de inversión, inflación persistente y condiciones fiscales limitadas.
Haití, en situación crítica
El informe también dedica un apartado a la economía haitiana, la cual continuará en una profunda recesión. Se proyecta una contracción del -2.2 % en 2025, impulsada por su crisis estructural y el deterioro del entorno político y social, marcado por el control territorial de bandas armadas y la debilidad institucional.
Panorama global desafiante
A nivel mundial, el BM advierte que el crecimiento seguirá siendo débil, aunque con señales de recuperación paulatina. Se espera que las economías emergentes mantengan un desempeño estable, pero sujeto a riesgos como el endurecimiento de las condiciones financieras, tensiones geopolíticas y volatilidad en los mercados de materias primas.
En este contexto, la República Dominicana se proyecta como un punto positivo dentro de la región, con perspectivas de crecimiento sostenido que refuerzan su papel como uno de los motores económicos del Caribe.