Miami. – Las protestas contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) llegan este fin de semana a Florida, en un contexto de creciente tensión entre activistas proinmigrantes y autoridades estatales, quienes han prometido responder con fuerza ante cualquier disturbio.
Florida, estado con una de las políticas migratorias más estrictas del país, se suma así a las manifestaciones iniciadas en Los Ángeles, que ya cumplen una semana y se han replicado en otras ciudades como Nueva York y Houston. Sin embargo, a diferencia de otros estados, las protestas en Florida han sido limitadas hasta ahora, con apenas una movilización en Tampa el lunes pasado, que reunió a unas 200 personas.
Este panorama comenzará a cambiar con una protesta anunciada para este fin de semana en Homestead, al sur de Miami, donde casi el 40 % de la población es de origen extranjero, incluyendo una de las mayores comunidades mexicanas del estado. La convocatoria forma parte del movimiento nacional “No Kings”, organizado en rechazo a las políticas migratorias del expresidente Donald Trump y en coincidencia con su cumpleaños y el desfile militar por los 250 años del Ejército estadounidense.
Temor a la represión y advertencias oficiales
Activistas consultados por la agencia EFE aseguran que existe un clima de temor entre las comunidades migrantes en Florida, alimentado por el despliegue militar sin precedentes en otras ciudades y las recientes declaraciones del gobernador Ron DeSantis y otros funcionarios estatales.
“Es un mal escalamiento y todo eso vendrá a suceder aquí en Florida, especialmente porque tenemos una comunidad que en su mayoría es negra y morena”, advirtió Esai Burgos, estudiante de la Universidad Internacional de Florida (FIU) e integrante del movimiento “ICE Breakers”.
En una reciente protesta contra un acuerdo entre ICE y FIU, el estudiante Dariel Gómez afirmó que hay una “cultura de miedo” por la posibilidad de detenciones arbitrarias y el uso de la fuerza. “Definitivamente, creo que la gente tiene miedo. Ya vemos cómo la agenda migratoria está resultando en violaciones de derechos constitucionales”, sostuvo.
Las tensiones aumentaron tras una conferencia del fiscal general de Florida, James Uthmeier, quien anunció un programa para proteger a los agentes del ICE de posibles manifestantes y advirtió que el estado no tolerará escenarios como los registrados en California. Uthmeier recordó que desde 2021 Florida cuenta con una Ley Antidisturbios, lo que amplía el marco legal para intervenir protestas.
En la misma conferencia, el alguacil del condado de Brevard, Wayne Ivey, fue contundente:
“Si golpean a uno de nosotros, irán al hospital y a prisión. Si lanzan un ladrillo, notificaremos a su familia dónde recoger sus restos porque los mataremos”.
El gobernador DeSantis, por su parte, afirmó en un mensaje público que los conductores pueden arrollar a manifestantes si su vehículo es rodeado, citando las protecciones legales vigentes.
Florida, epicentro de la cooperación con ICE
Florida es actualmente uno de los estados más activos en la cooperación con ICE. A través del programa 287(g), las autoridades de los 67 condados están obligadas a colaborar con los agentes federales de inmigración. Además, el gobierno de DeSantis ha propuesto permitir a la Patrulla de Carreteras estatal realizar redadas propias contra inmigrantes indocumentados.
El fiscal Uthmeier también anunció la designación de un oficial de enlace de ICE en Florida, el primero en su tipo, que mantendrá comunicación directa entre el gobierno federal y las autoridades estatales para “fortalecer la aplicación de la ley migratoria”.
Con este contexto de tensiones políticas, amenazas de fuerza y movilización social, las protestas contra ICE en Florida se perfilan como un punto clave en la creciente confrontación nacional sobre inmigración, seguridad y derechos civiles.