Nueva York. – Las ventas globales de Tesla registraron una caída del 13,5 % durante el segundo trimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior, en medio de una creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos (EV) y tras el deterioro de las relaciones de su CEO, Elon Musk, con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
La compañía con sede en Texas informó este miércoles que entregó un total de 384,122 vehículos entre abril y junio, frente a las 443,956 unidades vendidas en el segundo trimestre de 2024.
No obstante, a pesar del descenso en las ventas, las acciones de Tesla cerraron la jornada con un repunte del 4,97 % en Wall Street. La reacción positiva de los mercados se debió a que los analistas habían proyectado cifras aún más bajas. El Deutsche Bank, por ejemplo, esperaba apenas 355,000 entregas.
“Esto es significativamente mejor de lo que se temía”, señalaron analistas del banco alemán, reflejando cierto alivio en el entorno financiero.
Mayor competencia en el sector eléctrico
El retroceso en las cifras de Tesla ocurre en un contexto de creciente competencia global, con nuevos actores como BYDy otros fabricantes chinos de bajo costo que continúan ganando terreno, así como marcas tradicionales como Toyota, Volkswagen y General Motors, que han ampliado agresivamente su portafolio de vehículos eléctricos.
Aunque el mercado chino había mostrado señales de debilidad en trimestres anteriores, Tesla experimentó un repunte en junio, con un crecimiento en ventas por primera vez en ocho meses, según indicó Dan Ives, analista de Wedbush. Ives describió al gigante asiático como “el corazón y los pulmones del crecimiento de Tesla”.
Impacto político en la imagen de Tesla
Además del escenario económico, factores políticos también han afectado la imagen pública y comercial de Tesla. La creciente participación política de Elon Musk, incluyendo su rol como asesor para reducir el tamaño del gobierno federal bajo la administración Trump, ha generado una oleada de críticas públicas.
Estos movimientos han provocado boicots, manifestaciones e incluso la quema de vehículos Tesla, afectando la percepción de la marca, especialmente en sectores progresistas del mercado.
En los últimos días, el enfrentamiento público entre Musk y Trump se ha intensificado, lo que, según expertos del mercado, ha añadido presión a las acciones de la compañía.