Ginebra – Después de dos días de reuniones entre altos funcionarios de ambos países, Estados Unidos y China han logrado un acuerdo para revertir su guerra comercial, alcanzando lo que se describe como un “progreso sustancial” en las negociaciones. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, expresó que las conversaciones, que se llevaron a cabo en la residencia en Ginebra, han sido productivas y han marcado un paso importante hacia la resolución de las tensiones comerciales que han afectado a ambas naciones durante años.
En esta reunión, los delegados estadounidenses y chinos lograron avanzar en varios temas clave que han sido fuente de desacuerdo desde el inicio del conflicto comercial, que comenzó hace varios años bajo la administración de Trump. Las negociaciones involucraron aspectos relacionados con aranceles, acceso a mercados y prácticas comerciales desleales, entre otros puntos.
Acercamiento inédito
Este acuerdo marca un acercamiento inédito entre los dos países en medio de un clima de desconfianza y disputas económicas. A lo largo de la guerra comercial, Estados Unidos había impuesto aranceles a cientos de miles de millones de dólares en productos chinos, mientras que China respondió con tarifas similares sobre productos estadounidenses.
Sin embargo, la reciente reunión en Ginebra parece haber allanado el camino para una posible desescalada de los aranceles y la normalización del comercio entre las dos economías más grandes del mundo. Aunque los detalles específicos del acuerdo aún no se han revelado en su totalidad, las negociaciones han generado expectativas sobre la posibilidad de una cooperación más estrecha en áreas clave como tecnología, propiedad intelectual y prácticas de comercio justo.
Reacciones
El secretario de Comercio de China, quien participó en las negociaciones, expresó su satisfacción con los avances, destacando que el acuerdo es una victoria para ambas partes. Por su parte, funcionarios estadounidenses señalaron que este acuerdo podría tener un impacto positivo no solo en las relaciones bilaterales, sino también en la economía global.
A pesar de los avances, todavía existen áreas de desacuerdo y desafíos pendientes que deberán ser abordados en futuras negociaciones. Sin embargo, este acuerdo marca un paso significativo hacia la reducción de las tensiones comerciales y podría ayudar a restaurar la estabilidad en los mercados globales.