Saná — Los rebeldes hutíes de Yemen anunciaron este lunes que impondrán un bloqueo marítimo sobre el puerto de Haifa, uno de los principales centros logísticos de Israel, intensificando así su campaña regional contra objetivos israelíes en respuesta a la guerra en Gaza.
“Las Fuerzas Armadas de Yemen han decidido, con la ayuda de Dios, comenzar a imponer un bloqueo marítimo sobre el puerto de Haifa”, declaró el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, en un comunicado. Añadió que el puerto ya “ha sido incluido en el banco de objetivos” de los insurgentes y advirtió a las navieras internacionales que eviten operar en la zona.
Escalada regional
El anuncio ocurre luego del éxito que, según los hutíes, obtuvieron al paralizar el puerto de Eilat (conocido por ellos como Umm Al Rashrash), situado en el extremo norte del mar Rojo. Este bloqueo ha dejado ese puerto “fuera de operación”, según Sarea.
Ahora, los hutíes extienden su ofensiva al Mediterráneo oriental, apuntando al puerto de Haifa, esencial para el comercio exterior israelí junto con el puerto de Ashdod. Haifa maneja un volumen considerable de importaciones y exportaciones, y su interrupción podría representar un duro golpe logístico y económico para Israel.
Justificación del ataque
Los rebeldes, respaldados por Irán, enmarcan su acción como una respuesta directa a “la agresión israelí” contra la Franja de Gaza, que califican de “genocidio”. “Continuaremos nuestras acciones hasta que Israel ponga fin a su agresión y su bloqueo sobre Gaza”, aseguró Sarea.
La amenaza forma parte de una estrategia más amplia que incluye también un “bloqueo aéreo global” sobre Israel, con ataques al aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv. En las últimas semanas, los hutíes han lanzado múltiples misiles balísticos, algunos de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa aérea israelí. Uno de ellos logró impactar cerca del aeropuerto a finales de abril, por primera vez desde el inicio de la guerra.
Reacciones
Hasta el momento, Israel no ha respondido oficialmente al anuncio hutí. Sin embargo, la nueva amenaza plantea un riesgo creciente para el transporte marítimo en el Mediterráneo oriental, con posibles implicaciones para el comercio regional e internacional.
Los analistas advierten que esta escalada podría arrastrar a más actores internacionales, especialmente si los hutíes cumplen su advertencia contra embarcaciones extranjeras con destino a puertos israelíes.